"Siempre que haces personajes reales es muy delicado, es grande la tarea"
El actor protagoniza la película "Penal Cordillera", que se estrena este jueves. Interpreta a Manuel Contreras en su polémica entrevista de 2013. La cinta narra esos días que vivieron los reos del recinto y el posterior cierre del lugar.
Javiera Palta Olmos
En septiembre de 2013, una entrevista de CNN al fallecido exdirector de la DINA, Manuel Contreras, acabó generando una profunda polémica que llevó al cierre del Penal Cordillera, en donde, de forma exclusiva, oficiales militares cumplían su condena de cientos de años tras cometer delitos de lesa humanidad en la dictadura militar.
Aquella entrevista acabó inspirando al dramaturgo y cineasta chileno Felipe Carmona para crear la película "Penal Cordillera", que se estrena este jueves 23 en cines. La historia narra, desde un punto de vista imaginario, lo que habría pasado en aquel recinto tras la realización de la entrevista y los esfuerzos de los militares por mantenerse en el lugar.
"La idea de la película es bastante antigua", reconoce el actor Hugo Medina, encargado de interpretar a Contreras en la cinta. "Hace como cuatro años hicimos una obra de teatro con este mismo tema y en esa oportunidad trabajamos con Jaime Vadell, Luis Alarcón, Héctor Noguera y yo", recuerda, apuntando a que desde entonces se inició el camino para lograr la cinta.
Sobre el camino para interpretar a Contreras, Medina recuerda que entonces "había hecho la obra de teatro, había estudiado y lo había visto en muchas entrevistas. Lo había visto dando declaraciones cuando era jefe de la DINA. ¿Sabes? No fue nada fácil para mí, porque sentí como que era una responsabilidad bastante grande", confiesa.
Al respecto, apunta que "siempre que haces personajes reales, es muy delicado, es muy grande la tarea. Un personaje que ha tenido esa participación en hechos tan trágicos para la historia de nuestro país no es fácil, porque no puedes caer en la estupidez de hacer una maqueta y de hacer un malo. Recordemos que era un personaje que estaba condenado a más de 500 años por todas las brutalidades que cometió, los delitos contra los derechos humanos. Entonces es una responsabilidad inmensa de hacerlo bien, de no hacer una caricatura, hay que ser responsable con la historia".
"La idea era mostrar lo que él pensaba y por qué tenía esa conducta, cómo un ser humano puede llegar a hacer esas brutalidades y, por otro lado, la actitud que tiene después de que lo toman preso, porque él continúa en esa posición de que él volvería a hacer exactamente lo mismo", recuerda.
Fue tal su estudio que Medina reconoce un particular episodio que vivió cuando lo estudiaba. "Soñé con él. Soñé y entraba a mi pieza, se ponía al lado mío, al lado de la cama, me miraba y solamente me hacía así", explica, mientras su rostro cambia a un gesto más oscuro y serio, apunta con su dedo índice y lo mueve lentamente.
"Soñé dos días seguidos. Exactamente el mismo sueño. Yo decía: 'Vaya, este hombre me está amenazando, que tenga mucho cuidado'. Me llegué a enojar conmigo mismo, ¡cómo es posible que este hombre, que estaba vivo en ese momento, apareciera en mis sueños!", comenta entre risas.
En diciembre de 2022, la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó una indemnización por daño moral a Hugo Medina, esto debido a las torturas que sufrió el actor en dictadura, entre los años 1973 y 1975. Es por su propia historia que muchos se cuestionan por su decisión de tomar el papel de uno de los personajes más oscuros de la época.
"Mucha gente me dice: 'Oye, ¿pero cómo pudiste hacer un personaje así? ¡Qué valiente!'. Pero no. Mira, te voy a decir una cosa", comenta mientras asoma una leve sonrisa en su rostro. "Para mí, hacer este personaje fue como una dulce venganza", comenta entonces.
"El mostrar la conducta de este ser humano es como una venganza, porque yo estoy mostrando realmente lo que es esta monstruosidad de persona. Para que lo conozcan, para que sepan lo que está pasando realmente. Entonces, el hacerlo fue como una dulce venganza", explica.
Sus motivos, apunta, es que "hacer esto es mostrar cómo son estos seres humanos y cómo funciona esta vida doble que siempre tienen la mayoría de los torturadores. Por una parte, digamos, son siniestros, porque creen que la ideología de contrainsurgencia tiene como objetivo no sólo destruir, como él mismo lo dijo, a los insurgentes, a los seres humanos, sino que exterminarlos".
"Pero eso es lo interesante de la película, de cómo logra entrar en la humanidad de estos hombres, en las relaciones que ellos tienen, pero a través de cosas muy cotidianas. Encontrarse ahí, escuchar música, estar en ese lugar común que tenían en la cárcel de Peñalolén. Y lo interesante es eso, yo creo, es cómo a través de esta anécdota, que es el hecho de que están detenidos y van a ser trasladados a la cárcel de Punta Peuco, este hecho gatilla la profundidad de estos seres", explica.
"No fue nada fácil para mí, porque lo sentí como que era una responsabilidad bastante grande".
Medina,, sobre su interpretación