Cartas
¿Democracia viva o de los vivos?
Estimado director:
Todos los chilenos, sin excepción, lo que buscan es que la "Democracia viva" entre nosotros, que sea parte de todos, y que no sea solo un eslogan de los miembros de la familia política & asociados. En otras palabras, que "Entre lo dicho y lo hecho, no exista ningún trecho".
Por lo que no se entiende que miembros de la mismísima familia política & asociados, "Borren con el codo todo lo que escribieron", en donde duramente rechazaban las funestas lacras de la vieja política y prometían que traían una nueva manera de hacer política, pero todo indica "que el discurso les duró menos que un candy..."
Parafraseando la misma pregunta con que Daniel Andrade cuando era dirigente estudiantil (hoy representante de la Fundación "Democracia viva" y pareja de la cuestionada diputada Catalina Pérez), increpó a la entonces presidenta Bachelet... ¿Hasta cuándo las chilenas y los chilenos van a seguir esperando que la familia política & asociados, siga por un lado hablando de Democracia Viva y por otro lado continúe con la práctica de funestas lacras como la corrupción, el amiguismo (con ventaja y sin ventaja), el nepotismo, el cuoteo político, el pago de favores, manotazos a la caja fiscal, etcétera, hasta cuándo?
"He llegado a la conclusión que la política es demasiada seria, para dejarla en manos de los políticos" (Charles de Gaulle, 1890-1970, militar, político, expresidente de Francia).
Nota: Estas son las preguntas que le dirigió el entonces estudiante Daniel Andrade a la entonces Presidenta Bachelet: "Quisiera dar un mensaje a la Presidenta Bachelet: ¿Hasta cuándo vamos a seguir esperando? ¿Hasta cuándo vamos a seguir esperando que con sus mentiras nos siga mintiendo con que va a dar un derecho a la educación? ¿Hasta cuándo vamos a seguir esperando que siga matando compañeros?"
Fuente: Emol.com (21.06.23)
Luis Enrique Soler Milla
Himno
Señor director:
Deportivamente la actuación de nuestra selección se puede considerar negativa, tanto por el resultado como por el juego. Sin embargo, algo bueno se puede rescatar de la visita a Bolivia y es la interpretación de nuestro himno nacional sin cortes. El orfeón un poco desafinado, pero algo es algo.
Jorge Valenzuela Araya