Centro Antofagasta
Señor director:
El Centro Antofagasta cumplió 68 años sirviendo a la comunidad. Un hecho notable que hace sesenta y ocho años marcó la vida de la comunidad antofagastina, hecho ocurrido el 14 de febrero de 1955 en nuestra Perla del Norte.
Allí fue la fundación del Centro Antofagasta. Con él se inició acaso una nueva contribución para el desarrollo de esta tierra de "Sol, Cobre y Mar" hecha por una noble agrupación de hombres y mujeres dedicado al cotidiano trabajo solidario.
Por espacio de sesenta y ocho años se han reunidos a diarios en el Centro hombres y mujeres buenas, trabajando con celo, fervor y constancia en una comunidad armonizada por los más puros sentimientos de fraternidad, solidaridad y por la práctica de la tolerancia, actitud ésta de noble estirpe que permite el mejor entendimiento y el ambiente propicio para unir a los hombres y mujeres de espíritu solidario de todos los sectores de la comunidad antofagastina.
Es por eso que el Centro Antofagasta se exhorta a practicarla, convencidos de que al propagarla se contribuye a la dignidad del hombre y la humanidad.
Este 14 de febrero esta noble institución, sus socios y socias, se congregaron alrededor de la mesa de la fraternidad para celebrare un nuevo aniversario de su fundación con una cena, donde se reconoció la labor de una antigua socia señora Elsa Aguilar Solorza.
Arturo Mardones Segura
Exjugadores
Señor director:
Mayoría de los canales de televisión tienen en sus programas deportivos a exjugadores de fútbol. Ello permite que los análisis y comentarios sean más objetivos. Sin embargo, uno de ellos está muy lejos respetar el Fair Play. El señor Johnny Herrera siempre se ha caracterizado por ser una persona conflictiva y amargada, la que lamentablemente ha traspasado a su condición de comentarista.
Generalmente sus comentarios están basados en ataques hacia sus excolegas de profesión, lo cual habla muy mal de su calidad de persona. El señor Herrera necesita hacerse una introspección y cambiar de actitud. Si considera que ha sido un ídolo, debe demostrarlo con humildad y no con prepotencia. También hay ídolos de barro.
Jorge Valenzuela Araya