Dos mujeres que ganan terreno en el rubro minero
Alumnas que se certificaron en soldadura y administración de bodega y grúa horquilla cuentan cómo ingresan a áreas en han sido desarrolladas mayoritariamente por hombres.
Angeli Guerra tiene 32 años y es emprendedora en la coctelería Dulce y Salada en Antofagasta, con lo cual saca adelante a su familia y a su hijo de seis años. No obstante, la joven apunta a un rubro distinto al de las bondades culinarias, el de la soldadura.
La emprendedora fue parte del Programa Nuevos Tesoros de Minera Escondida y el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), una iniciativa en la que la idea es ampliar el desarrollo laboral en áreas industriales y de la minería.
"Fueron varias áreas de mi vida que se vieron beneficiadas con este curso, no solo fue la adquisición de conocimientos técnicos o teóricos propiamente tal de la soldadura, sino que creo que una de las aristas que mayor se vieron fortalecidas fueron la confianza personal", comenta.
La joven agrega que además "fue una de las cosas que más cambió en mi vida, porque el realizar una actividad de la cual no tenía ningún conocimiento, no tenía ninguna idea base, porque había escuchado hablar de soldadura, pero jamás había estado cerca de alguien que realizara soldadura, de la maquinaria de los implementos necesarios para ello".
Angeli añade que gracias a esta experiencia adquirió "fue reconocer y potenciar mis habilidades blandas. La importancia que tienen cada una de mis capacidades, lo fundamental que es lograr un equilibrio entre lo teórico de cierto tema, pero también mi desarrollo personal. El saber que puedo abordar situaciones sencillas, pero también situaciones complejas de cierto punto. Que no es sólo fundamental en un trabajo tener toda la experiencia técnica".
"En el mediano a largo plazo quisiera poder desarrollarme en lo que he aprendido. En conjunto con eso, poder seguir perfeccionándome técnicamente y en mi desarrollo personal. No sólo es el hecho de recibir y guardar como experiencia este tipo de cursos, sino que idealmente poder llevarlos a la práctica. Poder ser un aporte humano para la empresa y al mismo tiempo desarrollarme profesional y personalmente", concluye.
Como Angeli, Caroline Lugaro también realizó uno de los cursos en un área que históricamente ha sido desarrollada mayormente por hombres, como es el caso de Administración de Bodega y Grúa Horquilla.
La joven de 31 años que actualmente es monitora deportiva en un colegio de Antofagasta, también tiene en su futuro ingresar al mundo minero.
"Hace algún tiempo ya venía interiorizándome de lo que era la minería, de lo que siempre requerían, en especial que las mujeres cada día se hacían más importantes, estaban contratando muchas más mujeres, entonces estaba full motivada buscando cursos, buscando como podía llegar allí y ahí encontré el curso de Grúa y Administración de bodega, el cual me pareció súper bueno y postulé. Después de eso un día recibí la llamada mágica que le digo yo, porque la verdad siento que me cambió la vida", cuenta Caroline respecto a cómo ingresó al curso.
En la capacitación, afirma, recibió conocimientos que le permitieron saber cómo operar maquinaria pesada (grúa horquilla), "y la importancia de la seguridad, que debe ser primordial para nosotros como personas y para las empresas. Debemos cuidar nuestra vida ante toda circunstancia". A ello agrega que también es importante el trato humano:
"Desde un comienzo te enseñan lo más básico que es sociabilizar y tener empatía con las personas para así poder crear un buen ambiente laboral".
Angeli y Caroline son parte de las más de 200 personas graduadas en la reciente edición de este programa, de las que 163 alumnos ya encontraron trabajo y de esa cifra el 81% corresponde a mujeres.
"En la Región de Antofagasta el campo laboral en la minería para las mujeres está lleno de oportunidades, así que este curso fue lo mejor que me pudo haber pasado"
Caroline Lugaro, joven que recibió su certificación en administración de bodega y grúa horquilla