Expertos analizan riesgos de posibles brotes de Influenza Aviar
Investigadores como el doctor Angello Retamal de la U. de Antofagasta recordó que es improbable que el virus H1N5 se contagie al ser humano, pero si eso ocurriese existiría alta letalidad.
A mediados de diciembre el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) confirmó la presencia de la Influenza Aviar AH5N1 en las regiones del norte, entre ellas Antofagasta. Actualmente, ya se han detectado casos en aves silvestres de las zonas de Atacama, Coquimbo, O'Higgins y Maule.
Si bien es poco probable que esta mutación del virus pueda infectar a seres humanos (proceso que se conoce como zoonosis), esta posibilidad no es de cero y por lo tanto, de ahí surge la preocupación de las autoridades en mantener la vigilancia para detectar estos casos a tiempo.
A modo de contexto, en 1918 la combinación de genes del virus de la Influenza Humana (AH1) y Aviar (N1) causó la peor pandemia en la historia de la humanidad, provocando 50 millones de muertes en todo el planeta, lo que corresponde a 7,5 veces más que el patógeno SARS-CoV-2 que ocasiona el Covid-19.
Se sostiene la hipótesis que aquel virus recombinado tuvo como intermediario un cerdo, pues este animal es susceptible a infectarse con virus de influenza aviar, pero también con influenza porcina y como esta última sí puede contagiar al humano, el resultante habría sido el virus que asoló a Europa hace un siglo (A H1N1).
Ahora bien, ¿Es posible que esto pudiese ocurrir de nuevo? Para el doctor Angello Retamal, investigador del programa Atacama Desert Vaccine Laboratory de la Universidad de Antofagasta (UA) y del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, la respuesta es un "sí".
"A veces pensamos que los virus de los animales, de los perros, de las aves, de los cerdos, no nos pueden afectar, pero sí pueden. Como humanidad hemos enfrentado diferentes pandemias a lo largo de nuestra historia y gran parte de ellas causadas por virus provenientes de animales que saltaron las barreras interespecie", sostiene el investigador.
Influenza Aviar
El doctor Angello Retamal, junto al doctor Gonzalo Barriga, virólogo del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Universidad de Chile, han mantenido vigilancia sobre el brote de influenza aviar A H5N1 que actualmente afecta al norte de Chile y sur de Perú.
Los especialistas no esconden su preocupación por el fenómeno, que ya ha provocado la muerte de unos 13 mil pelícanos y otras aves como piqueros, jotes, gaviota peruana y huairavo, con casos que, según los últimos reportes, ya se extienden hasta la Región del Maule.
"Está circulando una variante altamente patógena que generalmente no afecta a las aves silvestres migratorias porque son su reservorio, aunque presenta una alta mortalidad en aves endémicas y aves de corral, incluso se han detectado mamíferos marinos infectados", dijo el doctor. Barriga.
En concreto, se trata de un brote similar a los registrados en años 1997 y 2003 en Asia, los cuales produjeron grandes pérdidas económicas en la industria avícola y obligaron a crear sofisticados sistemas de vigilancia en distintos países de esa región, como también de Europa y Norteamerica.
Variantes
Retamal explica que estos virus aviares no han tenido una alta tasa de infección en las personas, pues carecen de la "llave" para entrar a las células humanas. Sin embargo, en condiciones de alta exposición pueden afectarnos, por ejemplo, en personas que trabajan en granjas avícolas y pasan largo tiempo expuestas a ambientes contaminados.
"Entre el año 2003 y 2021 se han reportado 865 casos de A H5 N1 en humanos en todo el mundo, entonces en términos técnicos podemos decir que este virus tiene una baja morbilidad, es decir, bajo número de infecciones, pero el dato inquietante es que el 53% de quienes se contagian, finalmente muere", destaca.
La mayor amenaza, sostienen los investigadores, es la posibilidad que el virus aviar adquiera características de virus humano, y genere una variante que pueda trasmitirse entre las personas, como ocurrió en la pandemia 1918.
En esto, un elemento que entra en juego es que el norte de Chile es parte de un corredor migratorio de aves silvestres que llegan a las costas nacionales para alimentarse y anidar.
"Nuestras dos barreras geográficas importantes: por el Este se encuentra la Cordillera de Los Andes y por el Oeste el Océano Pacífico, facilitando una gestión rigurosa del movimiento de animales con los países vecinos. Estas características le han permitido a Chile llegar a estar libre de importantes plagas, así como patógenos animales gracias a las acciones del SAG. Sin embargo, las aves silvestres constituyen una compleja red poblacional a nivel global y regional, con numerosas especies en múltiples ambientes, de diferentes conductas y ciclos biológicos", explicó Barriga.
Este peligro aumenta si se suma la presencia de animales que pueden ser hospederos para una recombinación viral como el cerdo, que en Chile cuenta con criaderos desde la Tercera Región al sur, sin considerar la "crianza de patio", que se da incluso en Antofagasta.