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"Veintiséis tiros, de granadas en su mayor parte, disparó el Huáscar, metiendo dos de ellas en el casco del Abtao, con las que causó grandes destrozos y mató diez hombres e hirió a siete.
Tancredo Riobó, en una carta que dirigió a su madre el 3 de septiembre de 1979.
Cameron, presidente de la agrupación de divulgación histórica Los Viejos Estandartes de Antofagasta.
"La mitad de un cuerpo de un hombre queda sobre cubierta y la otra cae a la máquina. La cabeza y las piernas de otro ruedan lejos. Una astilla hiere al comandante en la nariz y cuatro muertos y siete heridos fueron las bajas producidas por este proyectil.
"El corneta que estaba detrás del comandante y se preparaba en esos momentos a tocar diana celebrando un certero tiro de uno de los cañones, fue arrojado sabre la cubierta por el viento", agrega Castillo.
Recuerdo
Nueve fueron los fallecidos en la cubierta de la corbeta Abtao y uno del el Huáscar en un combate naval que duró hasta las 16:15 horas, con un último disparo del Huáscar al fuerte norte (sector Bellavista), que en seguida pone la proa al norte dispuesto a dar por concluida la función que no había pasado de un simple ejercicio de tiro al blanco a larga distancia, a no ser por las lamentables desgracias ocurridas en el Abtao.
Estos nueve héroes hoy descansan en el mausoleo donado por la comunidad de Antofagasta en el año1900, que se ubica en la avenida central del Cementerio General.
Ellos son los grumetes Manuel Hudson, Pedro N. Contreras, y Juan de Dios Arriagada; los fogoneros Samuel Barcena y Antonio Espinosa; el carbonero Ricardo Briones; el capitán de Altos Pedro Padilla y el marinero primero Antonio Villarreal, y también falleció en la oportunidad el ingeniero Juan Mery.
La ambulancia Valparaíso se encargó de atender a los heridos y fallecidos, y uno de sus integrantes, el joven Tancredo Riobó, fue quien días más tarde deja la carta a su madre, contando lo crudo que fue esa jornada de combate en las costas antofagastinas.
Réplica
Con motivo de una nueva conmemoración del 2° Combate Naval de Antofagasta, Los Viejos Estandartes trabajaron en la construcción de un fuerte a escala, que contó con el trabajo del artesano de Valparaíso, Claudo Rojas. Con dicho fuerte lanzaron un cañonazo para rendir homenaje a los héroes del Abtao, explicó a La Estrella Ana Olivares, miembro de la agrupación que también dijo presente ayer en los homenajes de la Armada en el cementerio.