Nuevo estudio de la U. de Chile vuelve a advertir gran acumulación de energía sísmica frente a Antofagasta
"Si bien no es posible predecir cuándo será el próximo gran terremoto en la zona, es razonable esperar que la energía acumulada desde 1922 sea liberada en algún momento en el futuro", afirma uno de los autores, Francisco Ortega.
Un nuevo estudio científico advierte la acumulación de energía sísmica frente a las costas de Antofagasta, según determinaron expertos de la Universidad de Chile a través de modelos matemáticos y equipos de última tecnología
Los investigadores del Departamento de Geofísica (DGF) de dicha casa de estudios, Francisco Ortega y Vicente Yáñez, desarrollaron un nuevo método para estimar el grado de acoplamiento de placas o potencial sísmico, a lo largo de la interfaz de las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana entre Antofagasta y La Serena, trabajo que fue publicado por la prestigiosa revista científica Geophysical Research Letters.
Este estudio ofrece un mejor detalle del peligro sísmico de Chile y de acuerdo con el académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Francisco Ortega, "calcular el acoplamiento entre placas tectónicas es un desafío que se aborda como un problema inverso porque, pese a ocurrir a decenas de kilómetros de profundidad, se debe estimar a partir de mediciones de movimientos en la superficie de la tierra".
Modelo matemático
Para eso el trabajo consiste en desarrollar un cálculo conjunto de un nuevo modelo de acoplamiento del margen de subducción (proceso en el que la placa de corteza oceánica choca con la continental) chileno y de la deformación y rotación de la placa continental Sudamericana.
El profesor de la Universidad de Chile comenta que esta tarea suele ser especialmente compleja, no sólo porque las observaciones contienen ruido, sino también porque su análisis debe considerar los efectos de los movimientos de los grandes terremotos y de procesos tectónicos y geológicos, como el acoplamiento entre placas tectónicas, la rotación y traslación de microplacas tectónicas, las deformaciones en el manto terrestre; y el alzamiento de la cordillera de Los Andes.
De esta manera, a través de herramientas matemáticas y computacionales de última generación, los investigadores se propusieron abordar el problema mediante un análisis del grado de acoplamiento de las placas de Nazca y Sudamericana que considerara una componente de deformación sumada al movimiento rígido continental.
"Durante este proceso fue necesario realizar numerosas pruebas y comparar los resultados que íbamos obteniendo con los de otras metodologías para poder respaldar con argumentos físicos y matemáticos que, efectivamente, nuestra propuesta era mejor" sostiene al respecto el investigador Vicente Yáñez.
Resultados
Gracias a ello fue posible lograr un modelo "estadísticamente significativo y bastante más robusto que los obtenidos hasta ahora, ya que permite interpretar de mejor manera cómo se acumula la energía que eventualmente se libera durante un gran terremoto".
¿Y cuáles fueron los hallazgos más importantes? Los investigadores destacan la existencia de alta acumulación de energía sísmica en la zona más superficial del contacto entre ambas placas tectónicas, la cual se encuentra frente a las costas de Antofagasta y sobre el área en donde ocurrió el terremoto de magnitud 8,0 ocurrido en 1995, además de dos sectores de acoplamiento de las placas tectónicas: uno entre Taltal y Copiapó y la otro entre la zona de Vallenar y La Serena.
Respecto a este último punto, Francisco Ortega reitera que "la laguna sísmica de Atacama ha sido afectada por los terremotos de 1819 y 1922, ambos separados por un rango de tiempo de casi 100 años".
Por esta razón, agrega el académico que "si bien no es posible predecir cuándo será el próximo gran terremoto en la zona, es razonable esperar que la energía acumulada desde 1922 sea liberada en algún momento en el futuro".