Día Internacional de la Juventud
Pensar la juventud es detenerse en una de las categorías sociales más valoradas a lo largo de la historia de la humanidad. Ser joven es un privilegio, es algo que se desea y se aspira, y por tanto, existe toda una gran industria del entretenimiento, del hedonismo, del consumo asociado a ellos. Si bien se ha intentado homogeneizar socialmente la categoría de joven, lo que muestran las Ciencias Sociales y también la disciplina psicológica, es que es un grupo sustantivamente heterogéneo y diverso, en el que podemos encontrar estudiantes, padres, trabajadores y actualmente, por sobre todo, activistas en toda la diversidad e intereses de acciones que puedan implicar cambios sociales. En este último punto, un elemento destacable de la juventud es que son sujetos que se atreven a lo que los adultos temen o sencillamente desean desarrollar de manera más ponderada o tradicional. Otro elemento relevante que se puede apreciar en los jóvenes es cómo en ellos se encarnan los aspectos emocionales, vinculares y valóricos que las generaciones anteriores tuvieron que aprender. En ellos no surge como un aprendizaje, sino como aspectos espontáneos, características o habilidades a nivel cognitivo, conductual, afectivo, ideológico y político.