Efecto cabaña, el trastorno pandémico que podría regresar con las vacaciones
Largos períodos de encierro por cuarentenas y la interacción constante con la tecnología provocaron graves problemas en el comportamiento y comunicación de los niños. Especialistas advierten el riesgo de que ahora el síndrome se propague.
Ignacio Silva
En los tiempos de la colonia, se popularizó un trastorno caracterizado por la urgencia que solían sentir los colonos de abandonar el lugar del encierro a pesar de encontrarse en un contexto de peligro.
Fueron los inicios del Síndrome de la cabaña, una afección que se volvió a popularizar con la pandemia de Covid-19, ahora haciendo referencia a la ansiedad o miedo al abandonar o salir del que fue el lugar de refugio y confort durante el periodo largo de encierro.
Según apunta Teresita Cornejo, psicóloga de Medismart.live, este síndrome tiene especial prevalencia en niños, adolescentes y adultos mayores.
Por esto, recalca la especialista, es probable que ante el adelantamiento de las vacaciones de invierno los estudiantes estén nuevamente expuestos a este fenómeno, que tiene entre sus principales manifestaciones la presencia de rasgos de irritabilidad, mal humor, aburrimiento y sensación de insatisfacción.
"Considerando el contexto actual y el alto contenido de información que se divulga a través de los medios, se tiende a exponer la información a los niños y adolescentes sin ser explicados o abordados según su edad. Por lo tanto, es probable que el síndrome se propague, a pesar de que no hay restricciones para realizar actividades recreativas", apunta la psicóloga.
Javiera Silva, coordinadora del programa Naturalizar de Fundación Ilumina, el cual crea espacios verdes en jardines de bajos recursos, coincide y advierte que en muchas familias el único espacio en que los niños pueden tener más horas de juego al "aire libre" es en el jardín infantil o en el colegio.
"En esa semana "extra" de vacaciones los cuidadores seguirán probablemente en sus trabajos, y los que puedan "teletrabajar" no tendrán mucho tiempo de llevar a los niños a parques o plazas. Sin mencionar, que la posibilidad de acceder a esos entornos naturales ya es totalmente desigual", comenta la especialista.
Entre los efectos negativos que trae este trastorno entre los menores, las especialistas destacan la aparición de conductas fuera de lo común.
"Se podría observar en los niños una conducta ambivalente. Por una parte puede manifestar deseo de salir del encierro y, por otra, el temor a hacerlo y dejar su lugar de seguridad", dice Teresita Cornejo. "Esta paradoja de sentir malestar tanto por permanecer en el espacio físico como por desear salir de él podría producir una desregulación emocional, cognitiva y física".
La psicóloga agrega que estas manifestaciones podrían ser similares a la ansiedad general, "con un alto malestar emocional y preocupación excesiva ante la inminencia de salir a la calle por el riesgo que supone hacerlo".
Medidas
Para Javiera Silva, el contacto con la naturaleza es primordial a la hora de evitar la aparición del Síndrome de la cabaña. "Creo que como sociedad tenemos que empezar a valorar y a exigir más espacios de contacto con la naturaleza, en nuestra vida cotidiana", comenta.
Teresita Cornejo, por su parte, recalca la importancia de realizar salidas graduales, diseñar una rutina, realizar deportes y mantener el contacto social aunque sea a través de canales digitales.
"También es recomendable tener horarios para el acceso a redes sociales, ya que la información constante de alerta, los expone a exceso de información", dice la especialista.
-¿Cuándo acudir a un especialista frente a este síndrome?
-Teresita Cornejo: Se recomienda buscar apoyo profesional en caso de que la situación te supere y la sola idea de salir a la calle te desborda, es decir, cuando sea más frecuente, intensa, duradera y genere una interferencia significativa en su vida cotidiana. En el caso de los niños y adolescentes, es el adulto quién cumple el rol de transmitir aquello que sucede en el exterior, y ser modulador de las emociones que puedan estar afectando su comportamiento. Si esto persiste en el tiempo o las manifestaciones se vuelven problemáticas en el desarrollo de actividades que antes realizaba cotidianamente se sugiere acudir a un profesional.
"Son similares a la ansiedad general, con un alto malestar emocional y preocupación.
Teresita Cornejo, Psicóloga