Ricardo Muñoz E./Redacción - La Estrella

El pasado viernes el Minsal anunciaba el primer caso en Chile de un paciente infectado con la Viruela del Mono, correspondiente a un joven de la Región Metropolitana que se encontraba hace algunas semanas en Europa y al que repentinamente le aparecieron manchas en la piel, además de decaimiento y adenopatías (aumento del tamaño de los ganglios linfáticos).

Ayer además se confirmó el segundo caso en el país, correspondiente a un joven de la Región de la Arucanía que también estuvo en Europa.

Y si bien desde la autoridad sanitaria llamaron a la calma al asegurar que el país está "preparado" para enfrentar esta emergencia sanitaria que ya ha afectado a más de 39 países y sus casos se han elevado a más de mil 600 a nivel mundial, de igual forma podría causar preocupación teniendo en cuenta que a la par Chile sigue enfrentando una nueva ola de contagios por Covid-19 y también atraviesa un escenario complejo con la reaparición del virus de invierno.

¿Por qué "del Mono"?

Pero lo primero que se debe tomar en cuenta es el virus SARS-CoV-2 y el "MonkeyPox" (verdadero nombre de la Viruela del Mono, aunque pronto la Organización Mundial de la Salud dejará de utilizar este término e identificará de otra forma a la enfermedad) son distintos y por lo tanto, su contagiosidad y expansión también.

Lo primero que se debe tener en cuenta es que a diferencia del SARS-CoV-2 que es un virus nuevo al aparecer en 2019, el de la Viruela Símica (de la familia de los Orthopoxvirus) ya se conocía desde 1958 y además se relaciona con la viruela, la misma que fue erradicada en1970.

"La Viruela del Mono sí tiene relación con el virus de la viruela original, que ya fue erradicado hace muchos años gracias a la vacunación; es un familiar directo, como un primo hermano del virus de la viruela, que ataca principalmente a los monos y que es una zoonosis, es decir, una enfermedad trasmitida de los animales a los hombres", dijo a Emol la doctora Loreto Twele, infectóloga y académica de Medicina de la Universidad San Sebastián.

Además, su descubrimiento ocurrió en colonias de monos que eran mantenidos con fines investigativos (por eso el nombre) y cuyo primer caso se detectó en 1970 en una aldea de la República Democrática de El Congo, mientras que en los últimos años se ha mantenido como una endemia baja en los países de África Occidental y Central.

StÍNTOMAS Y cONTAGIO

Además, al estar relacionada con la viruela original la OMS informó que las vacunas para esa enfermedad tienen una efectividad de un 85%, aunque en 2019 se aprobó una nueva para el personal de salud y de laboratorios.

Los síntomas de la Viruela del Mono son similares a los de la ya erradicada viruela, aunque algo más leves. Así, los signos más frecuentes son fiebre, mialgia (dolor de cabeza), dolor muscular y de espalda, escalofríos, agotamiento y, con frecuencia, hay inflamación de los ganglios y erupción cutánea.

"Lo más importante y llamativo son las lesiones en piel, que son vesículas o póstulas que aparecen desde la cabeza a los pies (...) lo que nosotros acá en Chile podríamos confundir con una varicela", apunta la Dra. Twele.

Mientras que el contagio puede ser desde un animal a un humano y por contacto con alguna persona infectada, con su piel o fluidos corporales, incluida la saliva. "Se trasmite principalmente por secreciones, gotitas contaminadas, pero también hay casos descritos de transmisión sexual (la OMS está en estudio para catalogarla como una ETS)", explica la académica de la USS.

En ese sentido, detalla que "los grupos de riesgo son las personas que están en contacto directo con animales, en este caso los monos; y personas que están en contacto directo con fluidos de personas infectadas, y es por eso que ha habido algunos brotes en población homosexual (actualmente, ya que puede ser contraída por cualquiera), por transmisión sexual".

Además, según los datos entregados por el Minsal, la enfermedad tiene una tasa de letalidad que puede ir entre el 1% a un 10% de los casos, siendo un riesgo mayor en niños o fetos que contraen la enfermedad a través de su madre embarazada.

Para prevenir se pueden adoptar las mismas medidas que Covid-19: lavado frecuente de manos, uso de mascarillas, distanciamiento físico y especialmente con personas con síntomas, a lo que se agrega no tocar heridas ni fluidos de alguna persona que podría estar infectada, así como tampoco compartir objetos, evitar el contacto con animales muertos y enfermos, sobre todo con roedores (los principales transmisores de esta patología), marsupiales o primates.

Además, la recomendación en caso de sospecha es acudir inmediatamente al médico para los exámenes pertinentes, especialmente si ha viajado al extranjero.