Los dueños del vestido de Marilyn Monroe que utilizó Kim Kardashian en la pasada Met Gala, la franquicia estadounidense Ripley's believe it or not!, aseguraron que la celebridad no arruinó la prenda, como aseguró esta semana uno de los mayores coleccionistas de objetos de la fallecida actriz.

La vicepresidenta de publicación y licencias de Ripley's, Amanda Joiner, dijo que la firma no ha sido el primer dueño del vestido y que lo adquirió en un evento de Julien's Auctions en 2016 por US$4,8 millones.

Desde entonces, "como empresa privada, Ripley's ha exhibido el vestido histórico en varias de sus atracciones en todo el mundo. La compañía comprende los riesgos asociados con esto", añadió.

"Desde la parte inferior de los escalones del Met (Museo Metropolitano), donde Kim se puso el vestido, hasta la parte de arriba donde fue devuelto, el atuendo estaba en las mismas condiciones en las que comenzó", aseguró.

Esto luego de que Scott Forner, que dice tener la mayor colección privada de archivos y artículos personales de Monroe, compartiera en su página web y en redes sociales fotos comparando el estado del vestido "antes y después" de que Kardashian se lo pusiera para asistir al exclusivo evento que se celebra cada año en Nueva York. Y su veredicto fue que la pieza presentaba daños severos y "permanentes".

El vestido es prácticamente historia de Estados Unidos y de la cultura pop, pues Monroe lo usó cuando le cantó el "cumpleaños feliz" en 1962 al entonces presidente estadounidense John F. Kennedy, apenas unos meses antes de morir. Para usarlo Kardashian admitió que tuvo que bajar siete kilos en tres semanas.

Carolina Collins/EFE

Recién hace dos días Paul McCartney cerraba la última fecha de su gira por Estados Unidos, titulada Got Back, compartiendo escenario con otras dos leyendas de la música: Bruce Springsteen y Jon Bon Jovi. Fue dos días antes de cumplir 80 años hoy, un cumpleaños al que llega lejos del retiro.

Pese a que la pandemia lo obligó a alejarse de los escenarios por tres años, el fundador de The Beatles retomó este 2022 con una gira por EE.UU. de 14 fechas que acaba de concluir con el concierto que dio el jueves en el MetLife Stadium de East Rutherford, Nueva Jersey, donde comenzó las celebraciones de su cumpleaños subiendo al escenario en compañía de Bruce Springsteen y Jon Bon Jovi.

80 años de gloria

"Sir" Paul presentó al estadounidense conocido como "The Boss" (El Jefe) como "un regalo de cumpleaños para mí mismo". Springsteen procedió a desearle a "Macca", como es llamado el británico, "80 días de gloria más", antes de interpretar su himno de 1984 "Glory Days". Juntos ambos músicos tocaron "I Wanna Be Your Man" y el autor de "Born in the USA" volvió a subir al final para cerrar el show junto a Jon Bon Jovi con "The End".

Un concierto que es sólo una muestra del momento que vive Mccartney a sus 80 primaveras, quien en 2020, en plena pandemia, presentó su disco "McCartney III", del que el año pasado lanzó una nueva versión, "McCartney III Imagined", su décimo noveno álbum en solitario.

Y hay quienes aseguran que el legendario músico podría volver a este lado del planeta, que visitó por última vez en marzo de 2019.

Ni el paso de los años ni los nuevos talentos musicales pueden eclipsar a McCartney, una leyenda viva que se niega a dejar la música a su edad porque, como dijo una vez a un grupo de periodistas, entre ellos Efe: "¿Qué voy a hacer? ¿mirar la tele?".

El genio imbatible

Nacido el 18 de junio de 1942 en Liverpool, James Paul McCartney nació en el entorno de una familia trabajadora, en la que la música estuvo presente desde niño porque su padre, James, tocaba el piano en su tiempo libre con una banda local. Su padre era vendedor de algodón y su madre, Mary, enfermera de obstetricia en Liverpool, pero falleció cuando Paul tenía apenas 14 años.

En 1957, un quinceañero McCartney conoció a John Lennon en un festival de una iglesia en la que éste tocaba con su banda Quarrymen, a la que Paul fue invitado. Para 1960 The Beatles ya tocaban con frecuencia en el club The Cavern, de Liverpool.

El éxito del grupo avanzó con rapidez. Llamaron la atención de un conocido columnista, Brian Epstein, que se ofreció a representarlos y conseguirles un contrato con un sello. Así, el productor George Martin, que acompañaría a la banda hasta el final, los fichó para EMI.

La banda se disolvió en 1970, pero "Macca" no tardó en formar otro grupo, Wings, junto con su esposa, Linda, con la que se había casado en 1969 y quien murió en 1998, uno de los golpes más duros que ha sufrido el genio imbatible.