Ricardo Muñoz E./Redacción - La Estrella

Siento orgullo, satisfacción y esperanza. Haber sido parte de esta gran primera línea, a pesar del temor que conlleva estar en cada turno, es algo que me marcará. Esta experiencia nos prepara para enfrentar situaciones difíciles y me enseñó a valorar aún más la labor de los TENS, que están enfrentados a un gran desgaste físico y emocional".

Así recuerda la estudiante de la carrera de Enfermería de la Universidad de Antofagasta (UA), Pamela Bahamondes, su paso por el Hospital Regional (HRA) cuando en los meses más críticos de la pandemia requerían de personal de refuerzo para hacer frente a la alta demanda de pacientes Covid-19.

La joven presenció la muerte de pacientes a causas del virus y fue testigo directo de las secuelas causadas por la ventilación mecánica en aquellos que lograban sobreponerse.

La experiencia de Pamela se suma a la de otros jóvenes que recientemente egresaron de la casa de estudios y están pronto a titulares, quienes acudieron de forma voluntaria a integrar la "Primera Línea" de combate frente a esta enfermedad, así como también el cuidado de los pacientes en hospitales, consultorios y residencias sanitarias, en donde fueron contratados como TENS para cumplir sus funciones.

"Sentí la necesidad de cooperar con mis futuros colegas por la gran sobrecarga que a esa altura ya tenían. La cantidad de contagios y fallecidos que estábamos teniendo ameritaba que quienes nos estamos formando como futuros profesionales de la salud, contribuyéramos con un granito de arena", dice Pamela, quien agrega que parte importante en su formación como profesional será vivencia haber enfrentado una pandemia.

Como ella, Javiera Lema -también estudiante de la UA- se ofreció para trabajar como TENS en la residencia migratoria transitoria que recibe a inmigrantes en Iquique y con el paso del tiempo llegó a convertirse en la jefa de turno de la hospedería, la cual llegó a atender a más de 800 personas.

Una vez que disminuyeron los casos, la alumna fue enviada a trabajar a una residencia materno infantil de la capital de la Región de Tarapacá.

"Tuve que realizar control de signos vitales, medicación, ver el ingreso y egreso de pacientes. También apoyar en la trazabilidad y epidemiología con pacientes que arrojaron PCR positivo o contactos estrechos, ejecutar el conteo diario de usuarios que se encontraban en la residencia y hacer las derivaciones en caso de alguna emergencia médica", detalla.

"Fue impactante ver las condiciones en las que llegan los pacientes extranjeros, embarazadas, niños y adultos mayores, quienes caminan durante días en el desierto para llegar a Huara y realizar su autodenuncia y bajar a Iquique para cumplir con su cuarentena obligatoria", explica Javiera, quien recuerda que la población migrante son uno de los grupos más afectados de la pandemia debido a su condición de vulnerabilidad.

Como estas dos estudiantes, en total son 63 alumnos de quinto año de Enfermería que entre este mes y noviembre recibirán sus títulos profesionales.

"Cerca del 89% de los estudiantes de la actual generación participó durante la pandemia, pero lo más importante fue que decidieron integrarse de manera voluntaria y eso es algo muy admirable. Ellos desde julio se encuentran realizando sus internados y ahora están a semanas de su titulación en octubre y noviembre", agrega en tanto, el jefe de la carrera de Enfermería de la UA, Milton Jorquera, quien cree que esta experiencia en pandemia los convertirá en mejores profesionales.

"Sentí la necesidad de cooperar con mis futuros colegas por la gran sobrecarga que ya tenían".

Pamela Bahamondes, estudiante de enfermería