Ricardo Muñoz Espinoza

Diana Ruiz Fernández evidenciaba su emoción en sus ojos. Ayer el Hospital Regional de Antofagasta (HRA) le efectuó un reconocimiento porque se ha dedicado durante 60 años a sus labores de matrona y además justo calzó esta fecha con el aniversario 55 de la carrera de obstetricia en la ciudad, algo que dice la conmueve.

"Formo parte del plantel de la primera promoción ¡Imagínese, 55 años! Estuve dentro del cuerpo docente y acá también tenemos a alumnas de la primera promoción y que están cumpliendo 50 años (de servicio en el recinto)... Tengo por todos los poros y por mi ADN esto de ser matrona", afirma Diana.

Ayer fue una de las destacadas como parte de la actividad para reconocer a estos profesionales en el Día de las Matronas y Matrones, que en Chile se celebra el 31 de agosto.

La importante labor de las y los profesionales que visten su uniforme de rojo se centra no sólo cuidar al que está por nacer o al recién nacido, sino que también en la salud sexual de las mujeres, desde la Atención Primaria hasta los hospitales.

Diana no tiene dudas: "Trabajamos codo a codo con la mujer y participamos de este proceso maravilloso que es el nacimiento, el de recibir a ese niño. Nuestra profesión es una bendición".

Eso es -de manera muy general- lo que ocurre en la Unidad de Neonatología, área que se encarga de la atención de los recién nacidos en Parto Integral si es normal o en pabellones si se trata de cesárea.

Ahí desarrolla sus funciones Nevenka Ocaranza González, matrona supervisora de neonatología, quien explica que se dedican a la primera atención, a examinar al neonato de forma inmediata, pesquisando si tiene alguna patología. "Luego tenemos un equipo que trabaja en el cuarto piso, en puerperio, donde también atendemos a los recién nacidos que están con su mamá y hacemos el mismo trabajo de acompañamiento, aplicando las vacunas o exámenes si es necesario. Si el bebé tiene algún problema de salud, entonces el bebé es hospitalizado en la Unidad de Paciente Crítico (UPC) Neonatal", explica.

Así, la atención no sólo se realiza para los bebés, sino que también en hospitalización de las madres -si es que presentan alguna patología-, mientras que otra de las labores consiste en el fomento de la lactancia materna.

Pero la pandemia también tuvo incidencia. El trabajar con pacientes Covid implicó otro desafío para las y los profesionales, sobre todo al principio cuando había una mayor incertidumbre.

Esto también motivó a atender a pacientes en sus hogares, embarazadas que no podían acudir al hospital por encontrarse en cuarentena al ser Covid positivo o contacto estrecho.

Esa es una de las labores que cumplió la matrona Camila Zárate, quien señala que la función se centró en que "estas pacientes siguieran con sus controles obstétricos en sus domicilios y no perdieran continuidad", pero también con el objetivo de "descongestionar las unidades en el hospital, debido a que por la pandemia la idea era que no se llenara con gente. Nuestro abanico de pacientes es muy amplio, no sólo atendemos a embarazadas sino que también a pacientes ginecológicas no embarazadas, o que hayan tenido alguna cirugía, post parto. También hacemos traslados de recién nacidos que son hijos de madres Covid".

Finalmente Marly Maizanares del CAE de la Mujer del HRA, explica que su labor se dedica en atender "a toda persona, en especial mujeres, sus hijos, sus parejas, en todo su ciclo reproductivo y atención sexual, con énfasis en la diversidad de género".

"La matrona en el CAE realiza atención directa de pacientes y colabora en gestiones de atención en varios programas. Por ejemplo, en el de prevención, tratamiento y Recuperación del cáncer cervicouterino, del cáncer de mama, VIH, de VPH que es el papiloma humano, infertilidad y además en el área de pacientes transgénero", añade.

"Trabajamos codo a codo con la mujer y participamos de ese proceso maravilloso que es el nacimiento"

Diana Ruiz Fernández, matrona del HRA con 60 años de servicio.