Investigador dice que olas de calor de Norteamérica se parecen a las de Chile
Deniz Bozkurt, de la U. de Valpo, explica por qué y cómo serán a futuro.
Redacción - La Estrella
El investigador del Departamento de Meteorología de la Universidad de Valparaíso (UV) Deniz Bozkurt observa numerosas similitudes entre las olas de calor registradas en Estados Unidos y Canadá, y las ya ocurridas en Chile, y prevé altas posibilidades de eventos parecidos en el futuro producto del calentamiento global.
"La costa oeste de América del Norte está bajo la influencia de un clima oceánico similar al centro-sur de Chile, que generalmente trae masas de aire fresco del Pacífico hacia la zona costera. Además, también existe una cadena montañosa en la costa oeste de América del Norte que separa la zona costera de las áreas del interior", explica.
Para el también doctor en Cambio Climático y Modelamiento de la Universidad de Estambul, Turquía, el "factor clave" en este fenómeno es el desarrollo de un área "inusualmente fuerte y persistente de alta presión" en la costa pacífica de Estados Unidos, que causó la interrupción del tránsito de aire fresco proveniente del océano.
"El aire que se hunde en áreas de alta presión conduce a días despejados con máximo calentamiento solar y altas concentraciones de material particulado y ozono a nivel de la superficie. De manera similar, las olas de calor de verano del centro-sur de Chile también se caracterizan por un área de alta presión fuerte y persistente en una gran parte del suroeste de América del Sur con altas temperaturas y problemas de contaminación", complementa.
Según alerta, estas condiciones son riesgosas para la salud humana, puesto que el calor extremo puede ser mortal en grupos más vulnerables, como la tercera edad, y provocan un aumento en los niveles de contaminantes del aire. Los eventos extremos "pueden tener consecuencias socioeconómicas y ambientales extraordinarias, que pueden alterar las comunidades y los paisajes durante años", manifiesta.
Bozkurt señala otro fenómeno parecido: "Los vientos continentales secos y cálidos parecían dominar las temperaturas locales en las laderas occidentales de las cadenas montañosas de la costa occidental de América del Norte. De manera similar, también se ha encontrado que los vientos locales cálidos y secos de los lados orientales de los Andes hacia las zonas costeras son críticos para los eventos de olas de calor en el centro-sur de Chile".
64 episodios
El Ministerio del Medio Ambiente anotó 64 episodios de olas de calor en la última década. La más intensa fue en Temuco en 2019: 41,1 grados, la temperatura más alta desde que se hay registro.
Las alteraciones en la infraestructura física y el comportamiento individual pueden ser útiles al enfrentar olas de calor intensas, pero solo parcialmente, comenta el especialista. "Los enfoques simples, como el aire acondicionado y los centros de enfriamiento, pueden ser una solución rápida para hacer frente a las temperaturas extremadamente altas. Sin embargo, pueden desencadenar un gran consumo de energía y empeorar el estrés por calor exterior", matiza.
Basándose en informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, Bozkurt sostiene que algunos eventos meteorológicos extremos se volverán más severos, intensos o duraderos: "Más estudios científicos sobre los mecanismos físicos de los eventos extremos pasados y su probabilidad de ocurrencia pueden mejorar la predictibilidad de los extremos climáticos".