Redacción - La Estrella de Antofagasta

Una pena efectiva de 13 años de presidio deberá cumplir un poblador, condenado por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta como autor del delito consumado de violación impropia.

Por los hechos, cometidos en enero de 2019, el tribunal le aplicó además las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena.

El sentenciado deberá cumplir también las penas especiales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad; interdicción del derecho de ejercer la guarda, de ser oído como pariente en los casos que la ley designa, y a la sujeción a la vigilancia de la autoridad durante los 10 años siguientes al cumplimiento de la pena principal.

Cuando el fallo quede ejecutado, se le tomará muestra biológica para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.

Los hechos que dio por acreditado el tribunal ocurrieron en un hogar de un campamento, donde el condenado "mediante violencia física, consistente en jalar del cabello y golpes de puños en la espalda, logró acceder carnalmente a la víctima, su nieta de 13 años a dicha época. Una vez consumado el delito de violación, el condenado procedió a amenazar a la niña, "señalándole que si hablaba algo le iba a hacer daño a su hermana, después a su mamá y a su papá, para que actuara normal e hiciera como si nada hubiera pasado"".

Según informó el Poder Judicial, como consecuencia de la agresión sexual la víctima resultó embarazada.

Ingresó a la Unidad de Urgencia del Hospital Regional de Antofagasta a fines abril de ese año, "para acogerse a la causal N° 3 de la Ley N° 21030 de interrupción voluntaria del embarazo".

13 años tenía la menor cuando fue víctima de los hechos, cometidos por su abuelo.

2019 se registraron los hechos por los cuales el Tribunal Oral impuso a su autor una pena de 13 años de cárcel.

Con dos detenidos terminó un procedimiento, en el cual efectivos del OS-7 de la Prefectura Antofagasta de Carabineros consiguieron el decomiso de 77 ovoides de pasta base de cocaína, en el sector de La Negra.

Fue una patrulla de esa sección especializada la que fiscalizó n bus interprovincial proveniente de Calama, sorprendiendo a una mujer oculta al interior del baño.

Según constataron, al interior del basurero habían ovoides de látex contenedores de droga.

Debido a ello los funcionarios policiales continuaron las diligencias en el mismo vehículo, controlando a un segundo pasajero. Este viajaría con la mujer y, luego de los exámenes correspondientes realizados en el Hospital Regional, fue constatado que mantenía "una cantidad indeterminada de cuerpos extraños en sus intestinos. En total se incautaron 77 ovoides con un peso de 1 kilo 81 gramos de cocaína base, teléfonos celulares y otras evidencias asociadas al delito", informó la institución. Ambos imputados, de nacionalidad boliviana, quedaron detenidos.

Tres hombres, que se desplazaban en una camioneta que seguía un tren cargado con cobre desde Minera Spence a la altura de la Ruta CH-25, fueron detenidos por detectives de la Brigada Investigadora de Robos (BIRO) de la PDI Calama.

Así lo informó la institución, según la cual los imputados portaban al interior del vehículo distintas herramientas y vestimentas utilizadas para el robo de cobre, por lo que fueron detenidos y puestos a disposición de la Fiscalía Local de Antofagasta.

Dos de ellos registran antecedentes por los delitos de robo y robo con homicidio, se indicó.

Según la policía civil, "este tipo de patrullajes forma parte de las actividades que regularmente realiza la Brigada Investigadora de Robos de Calama con el objetivo de identificar a las bandas que se dedican al robo de cobre en las distintas faenas mineras".

Nuevamente la Comisión de Alcoholes de la Primera Comisaría de Calama que sorprendió un domicilio particular, en el cual se expendían de manera ilegal bebidas alcohólicas.

A la una de la madrugada, en pleno horario de toque de queda, los efectivos llegaron hasta calle Ramírez tras un llamado de ruidos molestos e información entregada por personal de la Oficina de Integración Comunitaria de esa unidad.

En la vivienda permanecían 4 hombres- 3 chilenos y un venezolano - y 12 mujeres, tres de ellas bolivianas, 4 colombianas, dos peruanas, dos venezolanas y una paraguaya.

En el procedimiento fueron incautadas 935 unidades de bebidas alcohólicas y los detenidos y la regente pasaron a control de detención.