Leo Riquelme

Bolivia conmemoró ayer su Día del Mar, ceremonia en la que el presidente Luis Arce expresó sus intenciones de retomar el diálogo con Chile para buscar fórmulas que le proporcionen una salida al océano. Esto a dos años y medio de que un fallo de la Corte Internacional de Justicia dijera que La Moneda no tenía obligaciones de negociar, como pretendía La Paz.

Junto con asegurar que la demanda marítima boliviana "no es revanchismo", sino una "verdad histórica", el mandatario afirmó que promoverá un rediseño de política exterior con Chile "enmarcada en la diplomacia de los pueblos y de complementariedad para enfrentar un futuro común entre ambas naciones".

La aludida "diplomacia de los pueblos" fue promovida por el expresidente Evo Morales, que ayer por Twitter reivindicó la aspiración altiplánica y recordó que el fallo de La Haya insta a que Bolivia y Chile continúen dialogando "en un espíritu de buena vecindad".

Arce agregó que buscará negociaciones para mejorar las condiciones de libre tránsito, zonas francas y depósitos por los puertos chilenos.

"Restableceremos las instancias de cooperación bilateral con Chile, orientando nuestra acción diplomática hacia un clima de paz y confianza mutua", agregó.

Hasta la primera década del presente siglo ambos países tenían un mecanismo de discusión, que se quebró cuando Morales anunció y luego oficializó la demanda ante la CIJ.

El presidente del Senado boliviano, Andrónico Rodríguez, contó que Luis Arce planea visitar Chile este año para avanzar en el mejoramiento de la convivencia. El líder cocalero y militante del MAS de 32 años aseguró que su intención es reanudar las relaciones diplomáticas, rotas entre ambas naciones desde 1977, cuando se frustraron las discusiones que llevaban ambas administraciones.

"Con los que tenemos temas en común como con los que tenemos temas pendientes, hay que restablecer relaciones tanto con Chile como con otros países", dijo.

Aunque alegó que fue descontextualizada y aseguró que mantiene el fondo de sus cuestionamientos, la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, reconoció ayer que se equivocó en la manera en que expresó sus críticas por el manejo de la pandemia que han hecho los funcionarios del Gobierno, a quienes hasta calificó de "infelices".

"Reconozco humildemente mi error en la elección de las palabras empleadas. Si bien se emitieron en un contexto específico, debí haber tenido en cuenta que ellas serían juzgadas de privadas de dicho contexto", dijo en un comunicado acerca de la entrevista concedida el viernes a un podcast, donde tuvo duros calificativos sobre el Ejecutivo y al ministro Enrique Paris le enrostró falta "de capacidad para incidir".

Siches dijo que sus dichos estuvieron influidos por los incumplimientos del Gobierno y la desatención a las propuestas hechas por el gremio para controlar la pandemia. "Hoy es momento de volver al foco", pidió.

Los vocero de Gobierno, Jaime Bellolio valoró en 24 Horas los dichos y agregó: "Ojalá que haya una verdadera disposición a conversar".

El ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, informó ayer a la Cámara de Diputados que los US$6 mil millones que costará el paquete de ayuda anunciado el lunes para enfrentar los efectos económicos de la pandemia serán financiados con el aumento del precio del cobre y, de ser necesario, con el Fondo de Estabilización Económica y Social. Sectores oficialistas criticaron el nuevo plan de ayudas alegando una excesiva focalización y dos de sus candidatos, Joaquín Lavín (UDI) y Mario Desbordes (RN), llamaron a universalizar los beneficios, considerando la posibilidad de autorizar retiros del fondo individual de cesantía, para no propiciar un tercer giro de la AFP. Cerda respondió que las nuevas medidas beneficiarán a más personas y en mejores condiciones que las implementadas.