Cartas
Elecciones 2021
Estimado director:
Al leer titulares en la prensa de las entrevistas a candidatos a presidente de Chile, a alcaldes, a concejales, a gobernadores, a lo largo del país, tales como: "Perengano sueña con ser alcalde",o "El sueño de Zutano es ser elegido gobernador". Ni hablar de los "soñadores" que quieren ser presidente.
Primero que todo, es muy valorable que estos candidatos deseen cumplir sus más añorados sueños sirviendo en un cargo público, cuando no se necesita ver una bola de cristal, o tirar las cartas, las hojas de té, o lo que usted quiera ocupar, para saber qué es lo que se les viene encima a los que sean elegidos. En unapalabra, es "heavy", una brutal pandemia que no tiene para cuándo terminar, grandes expectativas sociales por cumplir, como por ejemplo -a propósito de sueños- de los que viven en regiones, el derrotar el funesto centralismo, más el "tripack básico" de siempre: mejorar la salud, la educación y las pensiones.
Es de esperar que todosellos tengan considerada entre sus posibilidades, que su dorado sueño -de ser elegidos- se les podría llegar a convertir en una terrible pesadilla, apenas coloquen la cabeza en la almohada.
En otras palabras y a la chilena, ¿Sabrán realmente "con la chichita que se van a curar"?
Luis Enrique Soler Milla
Entrevista
Señor director:
Es vergonzoso que se le dé tribuna en medios nacionales a verdaderos asesinos, para justificar sus crímenes ante la opinión pública.
La noche del lunes en una entrevista desde la cárcel de alta seguridad al mismísimo asesino del senador Jaime Guzman, el periodista incluso calificaba los hechos como "hechos de violencia contra un senador" y "ajusticiamiento". Hechos de violencia es una cosa, asesinarlo es otra.
Basta de tratar de justificar lo injustificable, Hernández Norambuena es un asesino, secuestrador y un verdadero riesgo para la democracia y debe pagar por sus crímenes como corresponde, sin blanqueamientos de imagen.
En la entrevista el "comandante Ramiro" pedía que "la calle contribuyera a su liberación". Parece que ya no le prestan helicópteros para escapar de la cárcel. Paremos el circo, lo único que pedimos es un poco de cordura.
Rocío Cantuarias Rubio