Cartas
La alimentación en la salud de los adultos mayores
A medida que van pasando los años, se generan varios cambios en las personas caracterizados por deficiencias funcionales, como resultado de cambios biológicos, psicológicos y sociales, condicionados por aspectos genéticos, estilos de vida y factores ambientales. Las condiciones naturales del envejecimiento traen complicaciones como la pérdida del apetito y la debilidad corporal, por lo que una buena alimentación es muy importante para la salud física y emocional.
Algunos de los cambios que experimenta la tercera edad, es perder piezas dentales, lo que reduce la salivación y hace difícil masticar bien los alimentos. Por otro lado, en edad avanzada, la mayoría de las personas comen menos y como consecuencia, las ingestas de nutrientes suelen ser deficientes.
A lo anterior, se suma la pérdida de masa muscular (sarcopenia) que va ligada a una menor demanda energética, menor actividad física y la toma de medicamentos que pueden dificultar la absorción de los nutrientes, triplicando el riesgo de que un adulto mayor no esté bien alimentado si no se toman en cuenta todas estas condiciones. Por otro lado, muchos de ellos se enfrentan a situaciones de soledad, aislamiento y depresión.
Durante la tercera edad, es importante llevar una dieta equilibrada en la que se debe potenciar el consumo de proteínas, fibras y vitaminas, además de asegurar que la comida incluya calcio, hierro y otros minerales esenciales para una buena salud.
Se recomienda que, para asegurar la absorción de proteínas, calcio, vitaminas A y del complejo B, se debe consumir de 2 a 3 porciones de lácteos descremados al día como, por ejemplo, 1 taza de leche descremada, 1 yogurt bajo en calorías, 1 trozo de quesillo, 1 rebanada de queso blanco o 1 lámina de queso mantecoso.
Un mayor consumo de legumbres, pescados, carnes y huevos, aportan suficientes proteínas, hierro, zinc y cobre, estos dos últimos, son nutrientes fundamentales para el adecuado funcionamiento del sistema inmune. Se recomienda consumir 1 presa de pescado, 1 presa de pollo o pavo sin piel, 1 huevo o 1 taza de legumbres al día.
En la tercera edad, el tránsito intestinal y el proceso de digestión se vuelven más lentos, lo que puede provocar problemas de estreñimiento. Reecomiendan para esto ingerir entre 25 y 30 grs de fibra al día, proveniente de cereales integrales, frutas y verduras, donde además asegurarán un aporte de vitaminas y antioxidantes. La recomendación de verduras es 3 porciones al día, pueden ir desde 1 plato de lechuga, repollo, coliflor o brócoli, hasta 1 taza de espinacas, zanahorias, betarragas o zapallo. En cuanto a las frutas, la recomendación son 2 al día.
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