Contraportada
Diez semanas después de que Turquía cerró las mezquitas a la oración colectiva, como medida de prevención ante la expansión de coronavirus, los templos volvieron a abrir sus puertas para el rezo comunitario del viernes, pero con distancia de un metro, lavado de manos al ingresar y mascarilla.
Cientos de hombres acudieron a la famosa Mezquita Azul en Estambul, uno de los espacios abiertos al rezo, para extender sus alfombrillas en los jardines alrededor del imponente edificio: el acceso al interior no se prohibió, pero quedó limitado. La apertura de las mezquitas forma parte del proceso de normalización tras la pandemia que a partir del lunes se extenderá también a restaurantes, cafeterías, museos, instalaciones deportivas, parques y playas.
Con 4.600 fallecidos y 166.442 contagios por covid-19, Turquía, de 80 millones de habitantes, ha tenido un impacto menor del esperado.