Deporte en la adolescencia: Aprendiendo a lidiar emocional y físicamente para una salud integral
Esta es una etapa de grandes cambios, por ello se hace imperante mantener activo el cuerpo y la mente.
Lidiar con la adolescencia para nadie fue fácil, y de seguro estar hoy en medio de una pandemia mundial no nos ha hecho más sencillo el conjugar cuerpo, mente y espíritu.
La adolescencia de por si es difícil, una de las etapas más complicadas de la vida, y es por ello que lidiar física y emocionalmente se hace aún más imperante para lograr un equilibrio emocional que les ayude a sobrellevar estos cambios en el mundo de forma más amena, optimista y honesta.
Tocopilla
En el "Puerto Salitrero" los jóvenes acostumbran a salir a caminar por la ciudad en compañía de sus amigos, pasar ratos en la playa, jugar un partido de fútbol, asistir a sus academias como básquetbol, practicar kárate y por supuesto béisbol, son los deportes que más se repiten entre los adolescentes de Tocopilla. Claramente las academias y agrupaciones han detenido sus funciones debido a este llamado de salud mundial que nos invita a quedarnos en casa.
Incentivar
Entonces, conjugar el ejercicio físico ayuda sin lugar a dudas a alcanzar un equilibrio emocional ya que nos ayuda a liberar endorfinas y energía negativa, y cuando se transforma en una rutina la concentración se enfoca en otros puntos, lo que produce que el adolescente pueda lograr sentirse mejor, más saludables y más seguros de si mismos.
La idea es incentivarlo, sobretodo a no extrañar tanto sus rutinas que llevaban a cuestas en la "normalidad", motivarles a adoptar estos nuevos hábitos desde casa en donde también es necesario alejarlos de los video juegos, el televisor y el sedentarismo, que parece conquistar a todos durante esta pandemia.
Ejercicios
En primer lugar, las preferencias del adolescente deberán ser acordes a sus cualidades y a su constitución corporal.
El deporte que elija no debe suponer sacrificios ni sufrimientos, debe más bien favorecer el desarrollo integral del joven. Si éste se decanta por un deporte especializado (por ejemplo, tenis), hay que complementarlo con otras actividades que compensen los desequilibrios que puedan ocasionarle, buscar alternativas que reemplacen el mismo ritmo para poder practicar desde casa.
Se deben evitar deportes que puedan suponer un riesgo para el adecuado crecimiento y desarrollo de los huesos ya que el adolescente se encuentra en plena etapa de crecimiento.
Importante es que el joven tiene que acostumbrarse a hacer siempre un calentamiento inicial del cuerpo antes de desarrollar la actividad, así como la realización de estiramientos al final de cada sesión.
El yoga juvenil también ayuda a conectar cuerpo y mente, integrar una buena rutina de respiración, equilibrio y confianza hará que todo se vaya ordenando con el paso de las semanas.
Padres
La adolescencia es una época en que los jóvenes son independientes, son más autónomos, con cambios de carácter continuos y no admiten los consejos con facilidad.
Por ende los padres deben ser un ejemplo, si nadie realiza actividad física en la familia será muy difícil convencerlos de que ellos lo hagan.
Los padres deben ser informadores, para que vean todas las ventajas de practicar un deporte, y lo más importante es "no presionarles", ya que muchas veces, los padres cometen el error de presionar a los adolescentes cuando en realidad hay que dejar que ellos vayan a su propio ritmo.
En definitiva, practicar cualquier deporte en forma sistemática ayuda a que los adolescentes aprendan la importancia de la disciplina y el esfuerzo, además fomenta la competitividad sana.
Alivia el estrés, mejorando el sueño y la salud mental.
Ayuda a combatir posibles crisis de ansiedad o de depresión tan típicas en la adolescencia, y si podemos sumarnos junto a ellos, realizar una rutina en conjunto y motivarlos de forma directa ayudará a mejorar las relaciones padres e hijos que tanta falta hace hoy en día.