Contraportada
Marcelo Macellari - La Estrella
Viña tiene festival. La tradición del certamen musical continúa y mañana parte la edición número 61. Sin embargo, nadie duda que esta versión será especial, ya que ocurre en medio del estallido social, lo cual ya tuvo sus coletazos con la suspensión de la gala televisada, pues se consideró que sería un despropósito hacer un desfile de trajes y joyas en pleno contexto de crisis.
Chile cambió. La televisión está en proceso de transformación. Y el Festival de Viña se erige para algunos como la expresión máxima de frivolidad. Es por ello que se vaticinan manifestaciones a las afueras de la Quinta Vergara y del hotel Sheraton Miramar, pifias para el humorista Ernesto Belloni y discursos alusivos a la situación del país en la voz de cantantes como Mon Laferte, Ricky Martin y Francisca Valenzuela o en la rutina de Stefan Kramer.
De todos los artistas de Viña 2020, de quien se espera un discurso muy político es Mon Laferte. La cantante, que actúa el lunes, en la alfombra roja de la última entrega de los Grammy Latinos quedó a torso descubierto para mostrar un mensaje de protesta: "En Chile torturan, violan y matan". Y en noviembre pasado declaró que "si tengo que ir a quemar un supermercado que me ha robado toda la vida, para exigir lo que me ha correspondido por un derecho básico, yo lo hago". Al mismo tiempo, aseguró que "la misma policía y militares fueron quienes estuvieron incendiando el Metro". Sus declaraciones provocaron fuertes reacciones en redes sociales y un llamado a boicotear su show cantando el himno de Carabineros.
Resguardos
La organización de Viña 2020 ha tomado resguardos y pidió a los humoristas no incluir a políticos en sus rutinas. Difícil, considerando que Kramer basa sus presentaciones en autoridades. Además hay restricciones con las pancartas. Pero pese a las intenciones de la producción del evento, los discursos polémicos -e inesperados- son parte importante de la historia del certamen y el Festival de Viña 2020 tiene muchas posibilidades de convertirse en un barómetro social antes del plebiscito de abril y en una de las versiones más politizadas desde la Unidad Popular o la edición de 1988.
A continuación situaciones y frases controversiales que alimentan la trivia festivalera.
Abre la muralla: El Festival de Viña de 1973 fue uno de los más polarizados que se recuerde, con cantos y consignas de los partidarios y detractores del gobierno de Allende. El evento era un reflejo de lo que ocurría en el país y la actuación de Quilapayún dividió a la audiencia, con una parte del público lanzando monedas y bolsas con excremento al escenario. Un año antes, la cantante sudafricana Miriam Makeba, quien gozaba entonces de gran popularidad por su tema "Pata Pata", voceó una dedicatoria para el gobierno de la Unidad Popular: "¡Un saludo para el presidente Allende! ¡Viva la revolución chilena!".
Más situaciones
Himno de la dictadura: En febrero de 1974, ante un eufórico auditorio en la Quinta, el humorista Bigote Arrocet cantó "Libre", el tema de Nino Bravo que se había transformado en el himno de la dictadura. En el palco estaban Augusto Pinochet y su mujer. En aquel contexto los versos del cantante español -fallecido un año antes- cobraban un nuevo sentido: "Libre, como el ave que escapó de su prisión, y puede al fin volar...". Si bien Arrocet terminó cantando el tema de rodillas, años después negaría cualquier vinculación con el régimen señalando que fue un homenaje a Nino Bravo.
Artistas no políticos: En febrero de 1988, previo al Plebiscito, actuó en Viña el grupo norteamericano Mr. Mister y su vocalista, Richard Page, leyó una carta en apoyo a artistas amenazados de muerte durante la dictadura. "Un saludo a los actores chilenos amenazados de muerte. Los artistas del mundo estamos con ellos", lo que derivó en cortes de la transmisión televisiva y una rectificación de Page en el escenario. "Yo no soy político. Solo soy un músico y los amo", afirmó.
La voz del pueblo: el lunes 22 de febrero de 1988 José Luis Rodríguez subió por segundo día consecutivo al escenario. Al recibir su primera antorcha, el público empezó a pedir la gaviota en forma insistente, pese a que la organización había señalado que solo se le entregaría a los participantes de la competencia. El Monstruo despertó y "El Puma" detuvo su show por casi 15 minutos, tras lo cual recibió su galardón de mano de la alcaldesa Eugenia Garrido no sin antes declarar: "A veces hay que escuchar la voz del pueblo". Dado el contexto político que vivía Chile en aquel entonces, la frase adquirió un contenido más amplio e hizo historia en el festival.
Los Prisioneros
El baile de los que sobran: Los Prisioneros llegaron en 2003 al festival organizado por Canal 13. La presentación estuvo sujeta a ciertas estipulaciones específicas por parte de la estación, debiendo firmar un contrato en el que se comprometían a no deslenguarse con frases polémicas. El grupo cumplió, pero igual encontró la manera de salirse con la suya, cambiando la letra de la canciones, como en el caso de "Sexo": "El curita hablando del amor de Jesús, pero cuando torturan y matan se queda callado". Y así en otros temas, Jorge González fue incorporando críticas a la iglesia, a Estados Unidos por la guerra de Irak y al trato hacia los pueblos originarios.
Venezuela presente: la primera jornada de Viña 2019 tuvo al país caribeño como protagonista. Los animadores Martín Cárcamo y María Luisa Godoy abrieron el evento con mensajes a la crisis política que afecta a la nación sudamericana: "Porque es una fiesta del continente no cerramos los ojos frente a los tiempos difíciles que vive la región", dijo la conductora, a lo que Cárcamo agregó "Democracia y libertad Venezuela, porque el mundo del mañana será de quien más ame".
Y en esa misma jornada, el colombiano Sebastián Yatra subió a la Quinta Vergara ciudadanos venezolanos residentes, todos ellos con poleras que llevaban el mensaje "Volver a casa".