foto deSTACADA
CALETA Boy
Caleta Boy se ha convertido en nuestra playa ícono de Tocopilla, aquí podemos apreciarla limpia, solitaria y siempre hermosa.
Caleta Boy se ha convertido en nuestra playa ícono de Tocopilla, aquí podemos apreciarla limpia, solitaria y siempre hermosa.
A pesar de los días nublados que hemos tenido por las tardes, uno de nuestros lectores nos hizo llegar esta hermosa imagen desde Caleta Cobija. Ni el tiempo, ni el clima nos impide ver la belleza de nuestras playas.
Es la gran pregunta de hoy, mientras vivimos la Semana Santa, ya que la verdad es que con todas las situaciones que se han dado en el interior de la Iglesia Católica en cuanto a las reiteradas acusaciones de abusos sexuales cometidos por curas a niños, jóvenes y adultos vulnerables, y que lo peor de todo es que todos los días aparece un caso nuevo, en donde el acusado puede pertenecer a cualquier parte del amplio organigrama del clero, ya sea como hechor directo ó como encubridor, es tanto así, que ya estás noticias, casi ya no sorprenden a nadie, más bien confirman y reconfirman que en el interior de la Iglesia Católica, las enseñanzas a través de la Vida, Pasión y Muerte de Jesucristo que se expresan en estos días de retiro, no eran parte de las lecturas habituales de una inmensa mayoría de Obispos y Curas, siendo lo más grave que quienes abusaron reiteradamente de sus víctimas, utilizaron su posición privilegiada de ser supuestos seres limpios y transparentes, de conciencias no contaminadas con los vicios terrenales para engatusar a sus inocentes víctimas, derramando cantidades de misericordia que les servía para enmascarar toda la maldad, que nadie nunca, podría haberse imaginado podría haber existido en la mente de alguien que se calzaba una sotana...
Ante toda esta cruda realidad que la tenemos a la mano, ni más ni menos, es el presente de la Iglesia Católica, tal vez una de las crisis más profundas que haya tenido en sus más de 2000 años de historia, en donde todos los ojos del mundo están puestos en el papa Francisco, para que le encuentre la solución, de una vez, pero todo indica, que tampoco la tiene, su demora en tomar drásticas decisiones es la mejor prueba, entonces si seguimos escalando en el organigrama, llegamos irremediablemente a Dios, por lo que cabe la pregunta, que se puede hacer cualquier católico, ¿Y Dios qué haría?, puesto en este escenario tan alejado de sus enseñanzas transmitidas de generaciones en generaciones, ¿Y Dios qué haría? con los que fallaron a su juramento de respetar los mandamientos, con los que abusaron de niños, sí, los mismos que ÉL invitaba a que se le acercaran, ó con los que dejaron de oler a oveja, para tomar todos los hedores propios de quienes abandonan la santidad, ¿Los perdonaría?, ¿Los castigaría?, ¿Los entregaría primero a la justicia terrenal, para luego juzgarlos con la celestial?.
¿Y Dios qué haría? es la pregunta, por el momento el papa Francisco tiene la palabra, su representante en la Tierra, que mientras más demora en reaccionar, más nos seguiremos preguntando ¿Y Dios qué haría? .
Luis Enrique Soler Milla