Redacción - La Estrella
Tanto adultos como niños, disfrutan de bañarse y nadar, ya sea si lo hacen en playas o piscinas. En estos meses, estos lugares son concurridos por miles de personas.
En el caso de las piscinas, éstas tienen una serie de productos para mantener el agua limpia durante más tiempo, sin embargo, los adultos y sobre todo los menores, deben tener ciertos cuidados antes, durante y después de sumergirse en una piscina.
Gérmenes
Luego de un extenso estudio realizado por el Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos, se determinó la importancia de que todas las personas, niños, jóvenes y adultos, se duchen antes de entrar a una piscina, con el fin de eliminar de la piel la mayor cantidad de gérmenes y restos de productos de limpieza y aunque es obvio, no se puede orinar dentro de una piscina y tampoco es recomendable tragar agua de ella. Eso es un punto que deben explicárselo muy bien los padres a sus hijos.
Lo que sucede es que esas acciones pueden ocasionar problemas, tanto a la piel, estomacales y frecuentemente, a los oídos y ojos.
Patologías comunes
En este contexto, la Dra. Gisela Graver, pediatra del Servicio de Urgencias de Clínica Bupa Antofagasta, explicó que "la otitis externa es una patología que en estas fechas de verano se ve con bastante frecuencia".
"La otitis externa es, como su nombre lo indica, una infección en la parte de fuera del oído y sus síntomas pueden aparecer después de haber nadado", comentó la Dra. Graver, quien añadió que "los síntomas más comunes es prurito, es decir, picazón dentro del oído, enrojecimiento o inflamación del mismo y en algunos casos, dolor al tocar la oreja".
Otra patología común en estas fechas producto de constantes y prolongados baños en piscinas es la conjuntivitis, producida por los irritantes que tiene el agua, entre ellos el cloro. Por tal motivo se recomienda utilizar lentes de natación que aíslen los globos oculares lo mejor posible y quienes usen lentes de contacto, deben sacárselos para evitar complicaciones.
En el caso de los niños, otra enfermedad cuya causa puede estar relacionada al agua de las piscinas, además de la otitis externa, son las patologías estomacales, siendo la diarrea la más común.
La especialista indicó que "tanto niños como jóvenes y adultos, pueden terminar con un cuadro diarreico luego de bañarse en una piscina cuya agua no estaba limpia. Y es que hay una serie de gérmenes que contaminan el agua, entre ellos el Criptosporidum, Novovirus, Echericha Coli, entre otros. La infección se produce tragando el agua que ha sido contaminada, en la mayoría de los casos, con heces que la persona u otras, tengan en la zona anal. Aunque el cloro de las piscinas destruye aquellos gérmenes no lo hace de forma inmediata".
Finalmente, un cuadro menos común pero que también en algunos casos tiene relación directa con los baños de piscina es la dermatitis.
La profesional del Servicio de Urgencias de Clínica Bupa Antofagasta explicó que "se ven casos de dermatitis causada por bacterias del agua de las piscinas, como la pseudomona aeruginosa o, en gran parte de los casos, dermatitis producto de los desinfectantes y demás químicos que tiene el agua, los cuales pueden producir enrojecimiento y una picazón bastante grande", expresó la Dra. Graver.
Como recomendación para evitar dermatitis, cuadros diarreicos y las demás patologías mencionadas, un factor muy relevante es que cada persona que se vaya a bañar en una piscina deba previamente enjuagarse en una ducha de por lo menos 1 minuto y luego de todo el baño, volver a enjuagarse para retirar los desinfectantes que tiene el agua de las piscinas.
Por último, una recomendación básica para padres de niños pequeños es que los lleven cada una hora al baño para orinar.