No podemos negarlo. Somos una sociedad altamente discriminadora. Aunque lo neguemos porque, obvio, es de lo más despreciable que hay, lo somos.
Y por diversos motivos: desde el color de la piel, la forma en que nos vestimos, la manera de hablar y hasta de dónde venimos, todo. Y curiosamente esta discriminación traspasa las fronteras humanas y se extiende hacia los animales.
¿Sabían ustedes que existe el "síndrome del perro negro"?
Suena hasta ridículo, pero los muchos estudios al respecto demuestran que perros y sobre todo gatos son menos propensos a ser adoptados, simplemente por su color de pelaje.
Muchas universidades y organizaciones han estudiado las diversas causas que llevarían a esta tendencia, que parecieran absurdas para una persona común y corriente, pero que son una realidad lamentable.
En primer lugar explican una causa cultural. En las películas muestran al perro negro como el que siempre es agresivo y de gran tamaño, lo que intimida y acompaña a un antagonista malvado, ya sea en dibujos animados o de seres humanos. Queramos o no, nuestra mente absorbe esta información y la incorpora.
Por el contrario, los perros blancos son siempre sinónimo de lealtad y felicidad (podemos compararlo también con los caballos, los negros son los que acompañan a los seres oscuros, los blancos en cambio, acompañan a príncipes y seres que hacen el bien).
Para qué decir los gatos negros, están al mismo nivel de superstición de pasar por debajo de una escalera.
Otro motivo, por más increíble que nos parezca, dice la Asociación Antropóloga Kroeber de la Universidad de Berkeley, que ha estudiado extensamente este fenómeno, es que el color negro absorbe la luz, (ya sabemos cuando vestimos de negro el calor que nos da) lo que reduce la definición de sus rasgos y dificulta la lectura de sus expresiones faciales, lo que disminuye las posibilidades de que un adoptante conecte emocionalmente con el animal en el breve tiempo que lo mira.
Por esa misma razón, salen menos agraciados en las fotos, y como sabemos todo entra por la mirada. Un perro con una buena fotografía tendrá siempre más posibilidades de ser adoptado, lo que siempre recalcamos al difundir esta práctica, es que sacarle buenas fotos es el primer paso para el éxito.
Y bueno, si pensamos racionalmente un perro claramente no se define por su color de pelo, sino más bien por su carácter, y un perro negro, blanco, o de cualquier color podrá ser igual de buena o mala compañía, todo dependerá
del carácter del mismo y de su adoptante.
Por la misma razón los invito a mirar más allá del color y a conectarse con su corazón a través de su mirada, y sólo en ese instante sabrán si ese perro o gato, del color que sea, será el compañero fiel que los acompañará por el resto de su vida.
"Un perro no se define por su color de pelo, sino más bien por su carácter, y un perro negro, blanco, o de cualquier color podrá ser igual de buena o mala compañía.""
CIA despidió a perrita por "no mostrar interés" en su trabajo
"Creemos que lo mejor para Lulu es que abandone el programa", dijeron desde la CIA, comunicando el "despido" de una cachorra de color negro de la agencia de inteligencia estadounidense. Lulu pasó semanas de entrenamiento para detectar explosivos. Por algún motivo, simplemente, parecía no interesarse en el programa de enseñanza. "A veces conseguíamos motivarla con comida y también a través de juegos, pero era obvio que ni siquiera entonces disfrutaba. Nuestra principal preocupación es el bienestar físico y mental de nuestros perros, así que hemos tomado una decisión extremadamente difícil", señaló la CIA en su cuenta de Twitter.