Cartas
Jubilazo ¿Caso cerrado?
Estimado director:
Y nuestra Contraloría dicto su resolución en el caso "Jubilazo": Myriam Olate tendrá una fuerte baja en el monto de su pensión de $5.215.500 a $1.561.040 y deberá devolver "en 72 cómodas cuotas mensuales" los excesos recibidos. Sin embargo, cabe hacer notar que persiste la duda en que no debió seguir bajo el alero de Dipreca, debiendo recalar definitivamente en el sistema de AFP, lo que le traería de seguro otro drástico empequeñecimiento de su citada pensión final.
Pesos de más, pesos de menos, lo importante es que hubo una resolución final, todo muy claro, con sus obligaciones por cumplir.
Todos los chilenos esperamos que a la brevedad se conozcan con los mismos lujos de detalles, haciendo gala de la tan nombrada transparencia por todas las autoridades, de todos los casos de colusión, corrupción, nepotismos, enriquecimientos ilícitos, mal uso de informaciones privilegiadas y de tantas otras lacras que se quedaron enredadas en el tiempo y que nunca, hasta el día de hoy, se desconocen los destinos de sus participantes directos e indirectos y ni hablar de los dineros involucrados.
El dicho dice "uno no es ninguno", pero por algo se debe comenzar, hoy fue el "jubilazo", mañana Caval, Corpesca, Fipes, desmalezamiento de Concón y otros tantos.
Larga vida y fructífera labor a nuestra Contraloría, los chilenos están muy atentos a sus señales y resoluciones.
Luis Enrique Soler Milla
Estado Inútil
Bajo la mirada horrorizada de los chilenos, el país parece incendiarse por los cuatro costados. Nada más que en la Sexta Región se han quemado por encima de las 30.000 hectáreas, y Valparaíso estuvo a punto de sucumbir en una nueva hecatombe. La Región del Biobío no se queda atrás y nuevos focos aparecen por todas partes.
Frente a esta situación terriblemente agresiva ¿Qué hay? Un Estado asombrosamente pasivo.
Queda claro que quienes nos gobiernan son del todo incapaces de lidiar con problemas reales. Ellos, para justificar su permanencia en el gobierno, se inventan problemas que no existen o que son mucho menores, como el del mito de la "terrible" desigualdad entre los chilenos y ocupan su tiempo en darles soluciones que no aportan nada.
Gonzalo Ibáñez