Jonás Romero Sánchez
Para muchos, la palabra "vacaciones" es sinónimo de relajo, balnearios y cuchiflís mirando el mar.
Para otros, en cambio, también puede significar un dolor de cabeza financiero: los costos del alojamiento, transporte, comidas y entretención, pueden dejar un verdadero "forado" en la billetera.
La Estrella consultó a expertos para conocer los consejos para disfrutar los días lejos del trabajo y, a la vez, cuidar el bolsillo.
Transporte
Para trasladarse al destino de vacaciones, el economista y profesor de la Universidad Mayor, Tomás Flores, dice que los buses interurbanos pueden ser una buena opción en 2017.
"El año pasado, el precio de la bencina se mantuvo bajo y, por ello, era una gran opción tomar el auto. Pero en diciembre, registramos cuatro alzas, y es probable que el precio de la gasolina siga subiendo en febrero. Hay que cotizar, porque no me sorprendería que, en algunos trayectos, sea considerablemente más económico viajar en bus", asegura.
Alojamiento
Ir a casas de parientes siempre puede ser un ahorro. Otra alternativa es ir con grupos más grandes, para dividir gastos. Ahora, si va a arrendar, es recomendable consultar en sitios especializados, para evitar estafas.
"Siempre le pido a mis hijos que consulten en sitios como Booking y Airbnb por las mejores opciones para alojar. Hoy existen personas que dejan sus departamentos o casas a un precio muy conveniente", sostiene.
"Sería muy torpe llegar al destino y encontrar que existían opciones a la mitad de precio que la que finalmente arrendaste", recalca.
Las comidas
Para los expertos, uno de los ítems donde se invierte más dinero durante las vacaciones, luego del alojamiento, es la alimentación.
"Si bien siempre es agradable salir a comer, realizar esto todos los días implica un gasto excesivo", dice Cristián Lecaros, gerente de Inversión Fácil: "Un almuerzo o cena para una familia de cuatro integrantes, fácilmente puede rondar los $40 mil, multiplicado por los 7 o 10 días de unas vacaciones, eso supera los $280 mil, sólo por comer afuera".
"En cambio, si en vez de eso, intercalamos las salidas con días de cocina en la cabaña o alojamiento, contaremos con un excedente importante para invitar a los niños a los juegos, o para ir con la señora a un pub", recalca.
Los "extras"
Según los expertos, tanto los cuchiflís como los bebestibles y otros productos son más costosos si se compran en la playa.
"Evitar esos pequeños gastos hormiga, comprando galletas o fruta en los mercados antes de instalarse en el balneario, es una buena opción", dice Lecaros.
¿Un dato? Llenar el termo con agua fría y trozos de fruta, sirve como refresco familiar para todo un día de sol.
"Una forma de ordenarse puede ser girando dinero cada ciertos días, evitando la tarjeta de crédito. Así, evitaremos gastar más de lo que presupuestamos".
Cristián Lecaros, gerente de Inversión Fácil