Foto denuncia: Arreglar las veredas
La imagen muestra una situación que afecta muchos sectores de la comuna: veredas malas, con hoyos o con fisuras. Es momento que de una vez por todas las autoridades las arreglen.
La imagen muestra una situación que afecta muchos sectores de la comuna: veredas malas, con hoyos o con fisuras. Es momento que de una vez por todas las autoridades las arreglen.
Señor director:
Frente a la puesta en marcha de la nueva y altamente exigente Ley de Etiquetado de Alimentos hace seis meses, las empresas de este rubro se han encontrado frente a un doble desafío.
Primero, reinventar el diseño de sus productos frente a estos grandes sellos que se estampan en los envases de los alimentos y bebidas y que alertan a los consumidores de contenido "Alto en", dependiendo el caso.
Segundo, considerar nuevos costos operacionales para ir generando conciencia en las personas respecto de lo que están comprando.
La clara finalidad de la implementación de la Ley de etiquetado es la construcción de una cultura de cómo alimentarse. Las marcas siempre encontrarán un camino para publicitar sus productos: se puede crear una nueva comunicación a través de nuevos canales y plataformas. Si bien es posible contribuir con esta medida a la educación de lo que ingerimos, es necesario que la publicidad vaya de la mano de campañas de sensibilización promovida por actores gubernamentales y referentes del área de la salud, para que sea efectiva y aprehendida.
Si no hay acompañamiento, los sellos en los envases simplemente pasarán por alto ante los ojos de los consumidores.
Martín Osorio
Resulta bastante peligroso que una jardinera de calle Serrano tenga vidrios que pueden cortar a cualquier persona, en especial a un niño, y que además esté llena de basura.
El hombre, que por un derecho divino es rey de toda la naturaleza, para quien ha sido cubierta y poblada la tierra con tan maravillosos productos, debe indispensablemente estar previsto de esta necesidad de curiosidad primitiva para satisfacer sus sentidos y deleites.
Tal es nuestro destino como chilenos que debemos saber y aprender a respetar nuestros recursos. Estamos provistos de una tradición culinaria originaria inimaginable que gracias a nuestra ubicación geográfica nos entrega un catálogo nacional envidiable para cualquiera.
Será ese instinto sobre todo de los cocineros, restaurantes y golosos empedernidos de entender el pasado y presente de nuestros productos endémicos para buscar la renovación de la carta nacional con una cocina respetuosa, salvaje, rústica pero innovadora y sofisticada a la vez, que incluso nos permita un canje en la economía con comunidades recolectoras y productoras.
Debemos buscar un vuelco alimentario que involucre raciocinio y preocupación por el futuro. Ese es el camino, volvamos al origen, rescatando algas, tallos, raíces, hongos, frutos silvestres y especies ignoradas, tales como la sardina chilena, halófitas, maquí, chañar y cuanta especies se nos cruce.