Instalador de la pagoda no quiere que cierren el Parque Japonés
Patricio Bolados con su equipo tardó dos meses en instalar la tradicional obra. "Quizá debiera haber seguridad", dice.
Ignacio Araya - La Estrella
"Siempre fue lo que me temía, no sabíamos si iba a durar eso o no..." Patricio Bolados -importador de madera con veinte años de experiencia en el rubro- fue el hombre a cargo del grupo humano de trabajadores que instaló la pagoda del renovado Parque Japonés, que ahora corre el riesgo de quedar totalmente enrejado por culpa de unos cuantos tipos que se dedicaron a rayarlo entero apenas se reinauguró.
Bolados mira con desilusión que se tenga que recurrir a esta alternativa, dice. "La gente no tiene criterio. Que coloquen rejas no me parece conveniente, quizá debiera haber más seguridad", señala el encargado de la madera del Parque Japonés.
El antofagastino cuenta que estar a cargo de la pagoda no fue trabajo fácil. "La empresa se contactó conmigo, me pasaron los planos y empecé a construir lo que me pidieron. Es laborioso, pero sí es posible", cuenta. Lentamente, cuidando que cada detalle de la estructura quedara a la perfección, al final tardaron dos meses en instalar la bella obra hecha a partir de pino oregón americano.
"Todo tenía mucho trabajo, el revestimiento de los pilares... aparte que el diseño arquitectónico complicó el trabajo de la carpintería, porque las barandas y pilares tenían objetivos de fierro. Antes de fabricar las fundas había que hacerles hoyos que eran complejos de fabricar, había harto que hacer", cuenta el instalador de la pagoda.
El trabajo
Patricio Bolados es de profesión contador auditor. Trabajó durante años en Iquique, gran parte de ese tiempo en comercio exterior. Fue ahí que se lanzó a la idea de importar madera, y ahora incluso la instala y trabaja. Actualmente, tiene su tienda en calle Rendic.
"Como abastecedora hemos trabajado en todas las obras importantes de Antofagasta", cuenta Bolados con orgullo. Una de esas satisfacciones es el trabajo realizado en el Parque Japonés, una obra que podría terminar entre rejas, dependiendo de la decisión final del municipio y de la consulta ciudadana que se realiza en torno al tema.
20 años trabajando en el rubro de la madera lleva el antofagastino Patricio Bolados.