Investigadores van tras la huella de los changos en la región
Encargado por el municipio de Taltal, el profesor Álvaro Carevic, de la Universidad Arturo Prat (Unap) está preparando un informe que busca que la costa entre Paposo y Taltal sea declarado Área de Desarrollo Indígena de la etnia changa.
Como muchos pescadores de Paposo, -pueblo de 600 habitantes ubicado a 180 kilómetros al sur de Antofagasta y que antes de la Guerra del Pacífico fue el último poblado hacia el norte antes de llegar a la frontera con Bolivia- José Gutiérrez (37) se considera descendiente del antiguo pueblo chango, etnia que habitó entre el sur del Perú y la actual región de Coquimbo, durante la época precolombina y hasta hace un par de siglos.
Según Gutiérrez, de los changos ya no queda nada de su lenguaje, pero las costumbres, como la pesca en orilla, aún permanecen arraigadas entre los pescadores de la caleta de Paposo. "Uno tira una lienza con un anzuelito y le echa una carnada con cangrejos, que están a la orilla de las piedras. Es muy antigua esa técnica, pero ahora en las playas sólo hay cañas", cuenta. "Eso lo hacían los changos. Es muy antigua esa técnica".
El rescate de esas tradiciones fue una de las razones de la Municipalidad de Taltal para encargar a un grupo de investigadores de la Universidad Arturo Prat (Unap), un estudio para crear una línea base que permita solicitar la declaratoria de Área de Desarrollo Indígena entre los 250 kilómetros que separa la franja costera de la quebrada El Médano y la caleta Cifuncho. De esta forma, se busca que el estado reconozca la zona de influencia de los changos (o camanchacos) del norte chileno en las costas del sur de la región de Antofagasta.
Según Álvaro Carevic, investigador a cargo del proyecto, existen antecedentes que acreditan que los lazos de identidad cultural -pese a que los changos se habrían extinguido a finales del siglo XIX- continúan en los grupos de pescadores del territorio donde se quiere declarar el área, como en el pueblo de Paposo.
"Si vamos a hablar de los changos propiamente tal, aquellos que tienen características vernáculas no quedan, pero hay una continuidad en ciertas tradiciones, en actividades como mariscadoras y pescadoras. En algunas familias que están en Paposo y Taltal, incluso algunas mantienen el apellido, como Caruncho, por ejemplo", explica Carevic, arqueólogo y también doctor en Agroecología y Desarrollo Rural de la Universidad de Córdova, en España.
Changos
Antes de los taltalinos, en julio del año pasado se conformó la primera agrupación de la etnia changa en el país, en el balneario de Flamenco, provincia de Chañaral. En esa ocasión llegaron una decena de vecinos de las caletas comprendidas entre Chañaral y Caldera, para ir en búsqueda de la reivindicación de sus derechos.
Según el informe preliminar del proyecto impulsado por la Universidad Arturo Prat y el municipio de Taltal, la ejecución de la iniciativa se sustenta en la Ley Indígena actualmente vigente. El artículo 26 de esa ley especifica que el Ministerio de Desarrollo Social, a propuesta de la Conadi, puede establecer áreas de desarrollo indígena que serán espacios territoriales en que los organismos del Estado focalizarán su acción en beneficio del desarrollo de los indígenas y sus comunidades.
Según Carevic, la evidencia más concreta de que en Paposo se asentaron los changos durante cientos de años son las pictografías de El Médano, a 75 km de Taltal. Las figuras plasmadas en color rojo -datadas entre los años 500 y 1500- demostrarían una economía basada en cazadores y pescadores marinos, con sistemas de navegación para la captura de mamíferos marinos en balsas con remos de un palo. Más aún, existen inscripciones en la parroquia de Chiu-Chiu donde se menciona a los "camanchacas" como calificativo étnico.
Evidencias
Según esas antiguas crónicas, los "camanchacas" eran indios pescadores de tan extrema pobreza, que apenas se vestían con las pieles de lobos marinos, y su alimentación se basaba principalmente en pescados y mariscos. Al tener poco abastecimiento de agua potable -y a veces, ninguno- los indios bebían la sangre de los lobos marinos, lo que contribuía notablemente al tono de su piel.
El estudio, que comenzó en mayo pasado y finaliza en junio, tiene proyectado la publicación de un libro que sirva como sustento para la declaratoria de Área de Desarrollo Indígena chango, previa presentación en el Ministerio de Desarrollo Social y en la Corporación Nacional Indígena (Conadi). Pero primero, se está caracterizando los antecedentes de demografía y búsqueda de los espacios ecológicos territoriales en que han vivido ancestralmente los changos en la costa de la región de Antofagasta.
En las últimas semanas, los investigadores han visitado los principales hitos patrimoniales de la comuna de Taltal, para hacer un registro fotográfico de los mismos, que permitan hacer un análisis exhaustivo.
Como los profesionales van paso a paso en la búsqueda de los changos, actualmente se está entrevistando a pobladores de las caletas que sean mayores de 70 años, que narren las experiencias aprendidas de sus ancestros changos. "Estamos en la búsqueda, sospechamos en el fondo que está con un asidero bastante fuerte", explica el doctor Carevic con respecto a la investigación en el borde costero de la región.