Emol - La Estrella
Ayer el ex técnico de la selección chilena de fútbol, Jorge Sampaoli, llegó hasta la Fiscalía Local de Ñuñoa para prestar declaración ante el fiscal Carlos Gajardo. Según informó La Segunda, el persecutor lidera una investigación que busca esclarecer las diversas irregularidades acaecidas en la Asociación Nacional de Fútbol Profesional durante la presidencia de Sergio Jadue.
Aunque el ex DT de la "Roja" no se dejó ver e incluso existían dudas sobre si efectivamente comparecería en persona, altas fuentes ligadas al caso confirmaron a dicho medio la asistencia del entrenador argentino a la sede ubicada calle San Jorge con avenida Irarrázaval.
Asimismo, se pudo confirmar que el interrogatorio de Gajardo tuvo como foco la arista del Instituto Nacional del Fútbol (INAF). Cabe recordar que una vez concluido el Mundial de Brasil 2014, Jadue le encargó a Sampaoli que "reformulara la carrera de técnico para que su idea de juego sea aplicada en los entrenadores que se forman", según indicó el ex presidente de la ANFP.
Una vez que estalló el escándalo en el fútbol mundial a raíz de las indagatorias del Departamento de Justicia de Estados Unidos, se supo que el estratego casildense recibió US$ 200 mil (unos 140 millones de pesos) para concretar dicha labor.
Sin embargo, desde el mismo Instituto Nacional trascendió que Sampaoli apenas hizo asesorías verbales. "Sólo hizo un reporte oral", comentó en su momento Martín Mihovilovic, rector del INAF. Investigaciones posteriores revelaron que la malla curricular sólo mostraba como diferencia un nivel extra de inglés.
"Sólo hizo un reporte oral", comentó en su momento Martín Mihovilovic, rector del INAF. Investigaciones posteriores revelaron que la malla curricular sólo mostraba como diferencia un nivel extra de inglés.
Aunque no se confirmó que el entrenador fuese a ser interrogado por otras aristas, no se descarta que también sea cuestionado por otros elementos conflictivos que afloraron durante su bullada salida de la banca de la "Roja".
Por ejemplo, el pago de US$ 2,8 millones como premio por ganar la Copa América, monto que fue acordado tres meses después de obtenido el trofeo, así como también sociedades en paraísos fiscales. Esto derivó en una investigación de Impuestos Internos, ante lo cual la dirigencia subrogante de la ANFP canceló la deuda impositiva a contrarreloj.