Justin Jiménez está siguiendo los mismos pasos que su ídolo
Empezó como delantero pero terminó enamorado del arco igual que Claudio Bravo. Dejó su natal Antofagasta para probarse en Colo Colo y ganarse un espacio en la Sub de los albos, terminando su primera temporada como campeón.
Algunas historias de vida se repiten a lo largo del tiempo o comparten algunos aspectos que hacen la diferencia con sus pares. Eso es lo que hoy vive Justin Jiménez Rojas (12 años), joven arquero de Colo Colo que se fue a la capital en busca de cumplir su sueño de ser futbolista profesional, aunque empezó como delantero, mismo inicio que su ídolo Claudio Bravo.
Al igual que el meta del Barcelona y capitán de la selección chilena, Justin jugaba fútbol -como cualquier niño junto a los amigos los fines de semana- pero como delantero. Le gustaba hacer goles y estar metido en el área rival.
Hasta ahí el fútbol era mirado solo como un deporte o entretención para él. No estaba ni en sus mejores sueños jugar algún día en el equipo de sus amores, pero el destino le tenía preparado otra cosa.
Un día, mientras acompañaba a su padre en la cancha Centenario de Antofagasta, vio cómo Cristian Liberona entrenaba a futuros porteros y le llamó la atención. "Me gustó como entrenaban los arqueros y en ese momento le dije a mi papá 'ya no quiero ser más delantero, quiero ser arquero'... entonces me miró y me dijo, vaya usted mismo donde el profe, pregunte cómo hay que hacerlo", recordó Justin.
Liberona lo recibió con los brazos abiertos, sin conocerlo y sin saber si tenía o no condiciones para ser un buen arquero, solo sintió que estaba haciendo bien su trabajo al recibir un nuevo alumno, y no falló con sus presentimiento.
Justin sabía en su interior que tenía talento para el arco y que le gustaba la posición bajo los tres palos, pero siempre terminaba jugando como delantero y no había tenido la oportunidad de entrenar como un profesional.
Con 11 años se puso los guantes y a trabajar con Liberona dos y hasta tres veces por semana. No había tiempo para el descanso. Justin se había propuesto, sin decirle a nadie de sus más cercanos, que quería jugar fútbol profesional.
Después un año 8 meses de preparación con el profe, el joven antofagastino le pidió a su padre ir a la capital (abril 2015) a una prueba de jugadores en Colo Colo. Se sentía preparado para dar el salto o volver a casa mentalizado en seguir sus estudios y pensar en su futuro.
Viajó junto a su padre a la prueba -igual que Claudio Bravo- de jugadores. Dos días de entrenamientos con cientos de niños con los mismos sueños. Fue duro pasar el filtro albo, pero el talento estaba, algo que vieron en Colo Colo, porque fue uno de los elegidos para integrar la Sub12 del Cacique en mayo del año pasado.
"No fue fácil acostumbrarse. Todos mis compañeros ya se conocían de años, pero con trabajo, esfuerzo y humildad logré ganarme un espacio en el equipo", destacó Justin.
Ayudó mucho en la adaptación del joven arquero la compañía de su madre, que dejó todo en Antofagasta para acompañar a su único hijo en esta aventura en Santiago. Su padre trabajó bajo sistema de turnos, así que apenas deja su labor parte a la capital a estar con su familia, pilar que ha sido fundamental para Justin.
Debut a los grande
La tarea de ganarse un puesto en Colo Colo no es nada de fácil. Cinco arqueros en su categoría (Sub 12) luchaban semana a semana por ser citados a los partidos. El "Antofagasta" como le dicen sus compañeros de equipo sabía que estaba en desventaja, había llegado recién y las oportunidades no son muchas, pero apenas tuvo una la aprovechó. Su equipo ganaba 1-0 ante Barnechea y Justin estaba en la banca. El arbitro cobró un penal en contra de los albos y el técnico decidió hacer cambio de arquero. Era la prueba de fuego que estaba esperando Jiménez. Tapó el penal y su equipo hizo el gol de contragolpe. Desde ese momento se ganó más que un partido, sino que el respeto de sus compañeros y muchos aplausos de los hinchas.
Pero no todo ha sido fácil. A pesar de tener a su familia cerca y apoyándolo, Justin entró en una suerte de depresión antideportiva. Estuvo a punto de dejar el fútbol, no se sentía cómodo, la presión lo estaba afectado y había decidido dejar todo de lado para enfocarse en los estudios, pero logró salir de este momento y hoy está más concentrado que nunca. "Fue un mal momento, pero ya pasó. Estoy enfocado en llegar lejos y cumplir el sueño de jugar como profesional", agregó.
Jugador completo
Los formadores de arquero hoy buscan a un jugador más integral, no solo que ataje bien, sino que juegue bien con los pies, que sepa salir jugando, que no solo esté pegado bajo los palos. Eso hace de Claudio Bravo un gran arquero, técnica que aprendió cuando jugaba como delantero en sus tiempos de niñez.
Eso es lo que quiere aprovechar Justin y que ha llamado la atención de Julio Rodríguez, formador de Bravo, y del mítico Adolfo Nef, con quien incluso tuvo una conversación sin saber quién era. "Un día él (Nef) me llamó y me entregó algunos consejos. Conversamos, fue muy amable, sin saber quién era él. Camino hacia el arco y me dijo que 'es fácil llegar a Colo Colo pero difícil mantener, pero que tenía muchas condiciones'. Después le conté a mi papá y me contó que había sido uno de los mejores porteros de Chile, mundialista y uno de los ídolos de Colo Colo. Ahí me sentí más que feliz", recordó esta anécdota que relata como si fuera ayer.
Campeon sub12
Su primera temporada en Colo Colo terminó de la mejor manera, consagrándose campeón con la Sub 12 de Colo Colo.
Tras un largo campeonato nacional en el Fútbol Joven los infantiles albos se quedaron con el título nacional. Justin alternó la titularidad y estuvo en los partidos de la etapa final de la obtención del título. No estuvo toda la temporada porque fue citado para entrenar con la Sub 13 de los albos, experiencia que agradeció y sirvió de mucho para el portero antofagastino que fue ascendido a esta división desde este año.
Por estos días Justin disfruta de sus merecidas vacaciones en Antofagasta. Va a la playa en familia y aprovecha de estar con sus amigos y ex compañeros del Baptist School. Entrena con Liberona para no perder la forma, como se lo exige el club, y se alista para el inicio de pretemporada que arranca el 1 de febrero en Santiago. Después viene una gira por el extranjero de preparación de cara al inicio de campeonato que está proyectado para los primeros días de marzo.
Así es la vida de estos jóvenes deportistas que sueñan con ser profesionales. Dejan de lado muchas cosas, se saltan etapas, trabajan mucho, estudian mucho igual, pero con el único objetivo de cumplir el sueño de ser los mejores dentro de una cancha.