Lleva 40 años de parvularia en el mismo establecimiento
Hace años que sus exalumnos llevan a sus hijos para que ella les haga clases.
Sin duda la labor de las educadoras de párvulos es muy importante, ya que son las primeras -luego de los padres- en formar a los futuros miembros de nuestra sociedad. Y, trabajar como parvularia no lo hace cualquiera, hay que tener vocación y justamente eso es lo que tiene doña Carmen Salinas, educadora de párvulos que está a punto de cumplir 40 años de servicio.
La "tía Carmen", como la conocen los más de 20 pequeños de cinco años a quienes les hace clases, ha trabajado toda su vida en la Escuela D-74 Maximiliano Poblete pero ha estado ligada desde mucho antes a ese establecimiento.
INFANCIA
La infancia de la "tía Carmen" ocurrió entre dos ciudades: Antofagasta y Chuquicamata. Pero fue en la Perla donde, sin saberlo, comenzó la historia ligada al establecimiento donde va a cumplir 40 años de servicio.
"Cuando chica estudié el kinder en la escuela de al lado (actual Darío Salas, exEscuela de Aplicación) y mi sala en esos años estaba ubicada donde actualmente está la sala donde trabajo. O sea, estudié mi kinder donde ahora yo hago clases a otros parvulitos", cuenta Carmen.
Y es que en la exEscuela de Aplicación hacían la práctica los, por esos años, profesores normalistas que estudiaban donde ahora se encuentra la escuela D-74 Maximiliano Poblete, por ende, dice Carmen, desde adolescente le interesó estudiar algo relacionado con la educación.
En la exEscuela de Aplicación doña Carmen Salinas estudió hasta quinto básico, luego viajó con su familia a Chuquicamata, donde integró los cursos en los establecimientos Guadalupe de Ayquina y la Escuela 4.
Cuando la "tía" regresó a la Perla, a fines de los '60, entró a estudiar la enseñanza media en el instituto Santa María y fue de allí donde egresó con la idea clara de dedicarse a educar. "Quería ser profesora de inglés o parvularia".
Salinas cuenta que postuló a ambas carreras y quedó en las dos, pero si decidía estudiar inglés, tenía que viajar a Valparaíso, en cambio, si optaba por educadora de párvulos se quedaba aquí nomás porque quedó en un cupo en la Universidad de Chile sede Antofagasta (actual UA).
En 1975 doña Carmen egresó y fue en septiembre de 1976 cuando entró a trabajar a la actual Escuela D-74 Maximiliano Poblete, donde se ha mantenido por casi 40 años.
"En esos años los cursos tenían muchos niños…llegué a trabajar con 37, ahora lo hago con 25 pequeños", explica.
Sabe muy bien
Son casi 40 años trabajando y educando a niños entre cuatro y cinco años y el ruido en la sala es una constante, aunque para la "tía Carmen" y sus ayudantes es algo normal.
"Estamos acostumbradas. Además, con el tiempo se logra conocer bien a los niños. Uno sabe cuando lloran de dolor y cuando es una 'pataleta'. Hasta uno sabe cuando el pequeño dice una mentira", dice.
Y es que, comenta la "tía Carmen", los niños no dimensionan los problemas que puede traer consigo una mentira. "Ellos mienten inocentemente".
Hace años que Carmen Salinas recibe hijos de pequeños que educó, pero, cuenta, esto llegaría hasta el próximo año, cuando cumpla los 40 años de servicio.