Obra teatral bicultural recorre región con funciones gratuitas
Un proyecto de teatro bicultural basado en un suceso verídico que une de manera significativa a Chile y Bolivia desde la historia de una niña boliviana, es la obra "Alicia pequeña caminante", que se presentará de manera gratuita en Calama, San Pedro de Atacama, Antofagasta y Mejillones, desde el 28 de julio al 3 de agosto, en una gira que viene tras exitosas presentaciones en Arica-Parinacota.
La itinerancia, financiada mediante el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, Fondart Nacional, que cuenta con dirección, dramaturgia y diseño integral de Karina Bacelli, la participación de la actriz Emilia Cadenasso, el actor escénico Mario Cáceres, el mediador Cristian Rojas y la producción de Alessandra Massardo, llega a través de una puesta en escena que mezcla el lenguaje teatral y audiovisual, haciendo referencia al teatro documental, generando así escenas de belleza estética propias del paisaje altiplánico, donde transita la protagonista de la historia.
La obra se presentará el 28 de julio, a las 20 horas, en el Teatro Municipal de Calama; 30 de julio, a las 19 horas, en Gimnasio Municipal de San Pedro de Atacama; 1 de agosto, a las 21 horas, y 2 de agosto, a las 22 horas, ambas funciones en Teatro Pedro de la Barra de Antofagasta, para culminar el 3 de agosto, a las 19 horas, en el Centro Cultural "Gamelín Guerra" de Mejillones.
La obra cuenta con auspicio y patrocinio del Ministerio de Educación, Ministerio de Relaciones Exteriores, DIRAC, Organización de Estados Iberoamericanos, OEI y Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de América Latina, Crespial, Unesco. J
"Alicia pequeña caminante" cuenta la historia de una niña boliviana que cruza la frontera en situación indocumentada en busca de un país de las maravillas, intentando mejorar la situación de su familia que vive en un pequeño pueblo de Potosí. Alicia es descubierta y enviada al Sename, donde se escapa comenzando su dramático regreso, caminando siete días en el extremo desierto del altiplano y con peligro de pisar alguna mina antipersonal que existen en la frontera. De día se enterraba bajo un árbol de Tola y de noche caminaba orientada por las estrellas, manteniendo el paso del chasqui, inclinada hacia adelante para no cansarse sin saber que su recorrido era el Camino del Inca.
Redacción