Martín Vargas, el boxeador mítico y eterno aspirante al título mundial, escuchó la noche del martes el nombre de Carolina "Crespa" Rodríguez y soltó un gruñido: "Aaargh". Un micrófono lo apuntó al mentón y un reportero agudo le pidió su opinión. Diga algo, Martín. Y Martín dijo. Criticó a su entrenador, cuestionó sus habilidades y dijo que si él la dirigiera, su nivel sería mejor.
Lo dijo en el polideportivo que lleva su nombre, minutos después de recibir un homenaje de la Federación de Boxeo y en paralelo a la pelea mediática que Floyd Mayweather y Manny Pacquiao sostienen en Las Vegas.
La frase de Vargas generó, en cosa de horas, una reacción agresiva de la aludida. Carolina Rodríguez se confesó sorprendida, dijo que nunca había tenido un problema con Vargas y que no comprendía su comentario. "Habla de más. Me dijo que si fuera mi entrenador, sería campeona del mundo", declaró a Cooperativa. Luego agregó: "Con todo el apoyo que tuvo a nivel nacional, nunca logró un título mundial y yo sin apoyo he peleado cinco veces por títulos del mundo. Es una suerte de envidia y machismo"
Y fueron esas palabras, envidia y machismo, las que tocaron el orgullo de Vargas. El ídolo volvió al frente, contestó un llamado de la misma radio y regaló una frase violenta: "Primero para hablar ella de mí tiene que lavarse el hocico, antes de hablar de mí o diga una cosa de mí".
La pelea
Vargas, hijo del mito, jura a La Estrella que su opinión de Carolina Rodríguez es buena. Que la considera una boxeadora con talento. Y que no entiende el origen de la pelea con su padre. Al rato medita ocho segundos y regala una finta: "Pero preferiría no hablar porque no escuché lo que dijo".
Le insistimos, explicamos el contexto y disparamos:
-A mí papá le encanta andar peleando, andar metido en polémica. A veces lo dice en serio y otras veces por andar hueviando. Pero él es así.
Claro. Pero no sé, todo depende de la pregunta que le hagas, de quién se la haga. Pero mira, un periodista connotado antiguo le dijo algo muy cierto: vende más decir que Martín Vargas se cagó en el Metro a decir que se tiró un peo. Por eso se infla todo.
No, no. O sea quizás, pero es un hombre de edad. Igual con la Crespita yo no tengo ningún problema, me cae bien. De hecho fue a ver a mi papá cuando estuvo en el hospital. J
l Felipe Rioseco