Para llegar a Paposo desde Antofagasta, hay que tener cuidado. La ruta está expedita para el tránsito, pero a cinco días del temporal, el camino de ingreso aún está lleno de tierra y rocas, que lentamente despejan las maquinarias destinadas para ello.
Como muchos otros días, ayer el poblado amaneció nublado, pero la gente ya no cree que volverá a llover. La situación en un primer minuto fue compleja, porque los caminos quedaron bloqueados, cinco familias damnificadas, y el alcalde de Taltal, Sergio Orellana, se lanzó en una lancha rumbo a Paposo para saber cómo estaban allá.
Ahora, la prioridad es una y desesperada: no hay agua. "Un día los militares vinieron a dejar agua en un camión aljibe, y de ahí no han venido", cuenta el vecino Nelson Sauman. Aunque ayer el municipio de Taltal envió 23 mil litros de agua para el abastecimiento del pueblo, sigue siendo poco.
Hasta estos días, los vecinos han tenido que hacer de todo para sobrellevar la falta del vital elemento: comprar la poca agua mineral que queda en los negocios, pegarse el pique hacia Antofagasta -lo cual sigue siendo un reto- o medidas más extremas, como lo hizo don Nelson: "En la subida de la cuesta hay un pozo de agua salobre, llevamos ya cinco días bañándonos en agua salada", cuenta.
Daño
En Paposo, sus calles sin pavimentar tienen enormes grietas, pero sienten que pudo haber sido mucho peor. "Aquí no fue tanto como en Taltal", cuenta don Luis, vecino de Nelson.
Para la fotografía, Nelson Sauman saca uno de los seis bidones de agua que compró en un negocio de Taltal. "Antes valía $1.200 y ya lo subieron a $1.600", dice molesto.
-¿Y si no tienes otra opción? ¡Tienes que comprarla, si no te queda de otra! J